"El cierre al mismo tiempo de los corredores de Rafah y de Kerem Shalom es particularmente dañino en medio de una situación humanitaria ya desesperada. Tienen que ser reabiertos de inmediato", declaró Antonio Guterres a la prensa. "Insto al gobierno de Israel a detener cualquier escalada y a comprometerse de manera constructiva en las negociaciones diplomáticas", enfatizó.
En Ginebra, el portavoz de la Oficina Humanitaria de la ONU, Jens Laerke, declaró que el "pánico y la desesperación" se estaban apoderando de la población de Ráfah.
Dijo que, según el derecho internacional, la gente debe tener tiempo suficiente para prepararse para una evacuación, y tener una ruta segura a una zona segura con acceso a la ayuda. Este no fue el caso en la evacuación de Ráfah, dijo.
"Está lleno de artefactos explosivos sin detonar, enormes bombas tiradas en la calle. No es seguro", afirmó.
Un total de 34,789 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto ya en el conflicto, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
La guerra comenzó cuando militantes de Hamás atacaron Israel el 7 de octubre, matando a unas 1,200 personas y secuestrando a otras 250, de las que se cree que 133 permanecen cautivas en Gaza, según los recuentos israelíes.
Siguen las negociaciones para un alto al fuego
Hamás declaró a última hora del lunes que había comunicado a los mediadores qataríes y egipcios encargados de las conversaciones indirectas que había aceptado una propuesta de alto el fuego, pero Israel dijo que los términos no satisfacían sus exigencias. El martes, el grupo militante afirmó que la incursión israelí en Ráfah tenía como objetivo socavar los esfuerzos de alto el fuego.