El equipo legal de Assange había dicho que el australiano podría estar en un avión cruzando el Atlántico en las 24 horas siguientes a la decisión, podría ser puesto en libertad o su caso podría verse empantanado de nuevo en meses de batallas legales.
"Tengo la sensación de que a estas alturas puede pasar cualquier cosa", dijo su esposa Stella la semana pasada. "Julian podría ser extraditado o podría quedar en libertad".
Horas antes del inicio de la audiencia, que comenzó a las 10:30 horas (3:30 horas, tiempo del centro de México) sin la presencia del australiano, en precario estado de salud, según sus allegados, decenas de personas se concentraron ante el Tribunal Superior de Justicia de Londres, para apoyar al fundador de WikiLeaks, con gritos de "Liberen a Assange" y pancartas en las que se leía "El periodismo no es un crimen".
WikiLeaks publicó cientos de miles de documentos militares clasificados de Estados Unidos sobre las guerras de Washington en Afganistán e Irak —las mayores brechas de seguridad de este tipo en la historia militar de Estados Unidos—, junto con una serie de cables diplomáticos.
En abril de 2010 publicó un vídeo clasificado que mostraba un ataque de un helicóptero estadounidense en 2007 en el que murieron una docena de personas en la capital iraquí, Bagdad, entre ellas dos miembros de la redacción de Reuters.
Las autoridades estadounidenses quieren llevar a juicio a Assange, nacido en Australia, por 18 cargos, casi todos bajo la Ley de Espionaje, alegando que sus acciones con WikiLeaks fueron imprudentes, dañaron la seguridad nacional y pusieron en peligro la vida de agentes.
Assange podría enfrentar una pena de hasta 175 años de prisión.
Sus numerosos partidarios en todo el mundo califican el procesamiento de descabellado, asalto al periodismo y a la libertad de expresión, y venganza por haber causado vergüenza.
Los llamamientos para que se abandone el caso han ido desde grupos de derechos humanos y algunos organismos de medios de comunicación, hasta el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y otros líderes políticos.