La central patronal citó ejemplos como la voluntad de revocar la reforma de las pensiones, la indexación automática de los salarios sobre la inflación, el salario mínimo interprofesional a 1,600 euros netos mensuales o el bloqueo de los precios
"Ninguno de nuestros socios europeos seguiría a Francia en este planteamiento aislado, contrario a toda racionalidad económica en un momento en que necesitamos coherencia, estabilidad y confianza", subrayó.
Durante la campaña, Macron acusó a la coalición de izquierdas de impulsar unprograma proinmigración.
"No es un programa socialdemócrata [...], es un programa totalmente inmigracionista", señaló Macron, refiriéndose a posturas que verían con benevolencia la llegada masiva de inmigrantes al país europeo.
En la izquierda "han hecho un acuerdo de aparato, que no se sostendrá", porque la izquierda actual es "mucho más diversa" que en las elecciones presidenciales de 2022 y "no tiene jefe", aseguró el jefe de Estado.
En un podcast publicado el 24 de junio, Macron fue más allá y aseguró que las ideas de LFI, el principal partido del NFP, podrían conducir a una “guerra civil”.
"Pienso que la Agrupación Nacional y La Francia Insumisa responden a problemas reales", "a una ira real, a una angustia real, la angustia de la persona que dice 'nadie responde a mi problema de seguridad', a la que dice 'no se me reconoce ni se me protege porque soy musulmán'", consideró el presidente centrista.
Pero "en mi opinión responden mal", "incrementando la conflictualidad y la guerra civil", insistió Macron.
Con información de AFP y Reuters