El diario Haaretz, considerado de izquierdas, escribió: "Netanyahu quiere sobre todo proteger su posición política. Está tratando de mantener su coalición, que podría colapsar si se llega a un acuerdo sobre Gaza".
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo país es el principal aliado de Israel, criticó el lunes al primer ministro israelí por no hacer lo suficiente para llegar a un acuerdo con Hamás.
Netanyahu dice que quiere continuar la guerra hasta la destrucción de Hamas, que tomó el poder en Gaza en 2007 y es considerado un movimiento terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
La guerra se desencadenó el 7 de octubre cuando un ataque de combatientes de Hamás en Israel provocó la muerte de 1,205 personas, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales israelíes.
Además, los combatientes islamistas secuestraron a 251 personas: 97 continúan retenidas en Gaza y 33 murieron, según el ejército israelí.
En respuesta al ataque, Israel prometió destruir Hamás y lanzó una vasta represalia que ya ha dejado 40,819 muertos en el territorio palestino, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, y el desplazamiento de casi la totalidad de los 2.4 millones de habitantes del territorio palestino.