Las explosiones simultáneas de cientos de bíperes usados por el Hezbolá en Líbano asestaron un duro golpe al sistema de comunicación del grupo islamista proiraní que podría debilitar sus capacidades en la guerra contra Israel.
Este inédito ataque se suma a otros contra el Hezbolá en los últimos meses, incluidas operaciones contra comandantes o responsables del movimiento, como Fuad Shukr, un líder militar asesinado en un bombardeo israelí el 30 de julio cerca de Beirut.
Militantes, combatientes, personal sanitario y administrativo del Hezbolá usan bíperes, o buscapersonas —un sistema de radiomensajería— para evitar el uso de teléfonos móviles, ya que, según una fuente de seguridad, la red libanesa está infiltrada por Israel.
Al menos 12 personas murieron y unas 2,800 resultaron heridas el martes tras las explosiones de bíperes en bastiones clave del Hezbolá, un grupo político y militar. Las detonaciones ocurrieron en los suburbios del sur de Beirut, donde se encuentran la dirección del partido y sus principales instituciones, así como en el sur y este del país, zonas donde el movimiento almacena armamento y ha combatido a Israel por casi un año.
Este miércoles, se registraron nuevas explosiones, ahora de radios portátiles o walkie talkies, que han dejado por lo menos 14 muertes y 450 heridos.
Según una fuente cercana a la organización, este es "el mayor golpe jamás asestado" por Israel a Hezbolá.
Desde el inicio del conflicto en la Franja de Gaza entre el ejército israelí y Hamás el 7 de octubre de 2023, Hezbolá ha intensificado sus ataques contra Israel desde el sur de Líbano para apoyar a su aliado palestino. En las primeras semanas, Hezbolá instruyó a sus combatientes a abandonar el uso de teléfonos móviles para evitar ser localizados por el ejército israelí.
Para coordinarse, los miembros de Hezbolá utilizan bíperes, incluidos algunos de un modelo importado recientemente, para comunicarse con los combatientes, gestionar el personal administrativo y sanitario, y advertir sobre la presencia de drones israelíes, según una fuente de seguridad que prefirió mantenerse en el anonimato.
Sin embargo, el general libanés retirado, Hisham Jaber, minimizó la importancia del ataque del martes, señalando que Hezbolá cuenta con otros medios de comunicación, como una red interna de telecomunicaciones paralela a la red telefónica fija libanesa. La analista Amal Saad también atribuye el ataque a un fallo tecnológico y de seguridad del grupo
El impacto del ataque no solo afecta a la comunicación del Hezbolá, sino que también ha tenido un alto costo humano, con más de 400 combatientes perdidos desde el inicio del enfrentamiento con Israel el 7 de octubre del año pasado. De acuerdo con Jaber, los altos mandos del Hezbolá no utilizaban estos bíperes, lo que los salvó de las explosiones.
Entre las víctimas fatales se encuentra el hijo del diputado Ali Ammar, mientras que el hijo del diputado Hasan Fadlallah y el del jefe de seguridad Wafic Safa resultaron heridos. La fuente de seguridad también indicó que un alto responsable militar en el sur de Líbano resultó herido y que Hezbolá aún no ha podido contactar a algunos combatientes de primera línea afectados por las explosiones.
