Actualmente, Estados Unidos cuenta con miles de tropas en la región, así como buques de guerra, aviones de combate y sistemas de defensa antiaérea, todos ellos destinados a proteger tanto a sus fuerzas como a Israel.
Ryder advirtió sobre la posibilidad de una escalada de la violencia entre Israel y Hezbolá, un grupo chiita proiraní. "Está claro que existe la posibilidad de que estas operaciones de ajuste de cuentas entre Israel y Hezbolá se intensifiquen y se descontrolen, desembocando en una guerra regional más amplia", afirmó, subrayando la importancia de resolver la situación por vías diplomáticas.
La comunidad internacional ha instado a ambas partes a reducir la tensión. Recientemente, la violencia se ha trasladado del frente sur de Israel, donde se libra un conflicto con el grupo palestino Hamás, a la frontera norte con Líbano.
El 7 de octubre, combatientes de Hamás perpetraron un ataque sin precedentes contra Israel, lo que ha arrastrado a Hezbolá y otros grupos respaldados por Irán a la contienda. Hezbolá, una influyente fuerza política y militar en Líbano, ha llevado a cabo ataques casi diarios contra objetivos en Israel en apoyo a Hamás.
Las hostilidades se intensificaron tras una serie de explosiones de dispositivos de comunicación utilizadas por miembros de Hezbolá, que el grupo atribuye a acciones israelíes.