Sin embargo, Mercedes Baltazar señala que, aunque el endorsement de Swift ha captado la atención, el verdadero reto será transformar ese interés en votos efectivos el día de las elecciones.
Además de un posible impacto en la movilización de votantes, el respaldo de Swift ha tenido importantes implicaciones financieras. El movimiento Swifties for Kamala ha recaudado más de 213,000 de dólares para la campaña de Harris, especialmente gracias a la venta de pulseras de la amistad inspiradas en su apoyo.
Esto demuestra que el respaldo de Swift no solo tiene un valor simbólico, sino también tangible. En plataformas como X (anteriormente Twitter), las swifties han difundido información relevante sobre fechas electorales, ligas de registro y análisis de candidatos, lo que refuerza su impacto. Este movimiento no está directamente vinculado a Taylor Swift, sino que son sus seguidoras quienes lideran la campaña.
¿Quién apoya a los demócratas y a quién a los republicanos?
Un artículo de Knowledge at Wharton sobre el marketing psicológico detrás de las publicidades de celebridades destaca que las figuras públicas tienen un poder significativo para influir en la percepción pública.
Sin embargo, el impacto de estos respaldos varía según el contexto y la audiencia a la que se dirigen. De acuerdo con Baltazar, las elecciones de 2024 se caracterizan por una polarización más profunda, en el que los endorsements no solo reflejan preferencias políticas, sino también valores ideológicos que van más allá de las plataformas de los candidatos.
Baltazar señaló que, mientras el apoyo de Hollywood a los demócratas no es sorprendente, Silicon Valley ha mostrado una inclinación más republicana.
A diferencia de Hollywood, que aboga principalmente por políticas progresistas, Silicon Valley, aunque diversa en sus posturas, ha generado un notable apoyo hacia los valores conservadores, especialmente en temas relacionados con la libertad empresarial y la regulación gubernamental.