En su juventud, ella consideró tener hijos, pero el ambiente de trabajo demandante y la falta de apoyo la llevaron a priorizar su carrera.
“Quería tener hijos, pero también dedicarles tiempo. Tener hijos no es solo tenerlos, sino criarlos y darles lo mejor”, explica Tere. Para ella, el hecho de no tener hijos no reduce su valor como mujer ni como líder.
Tere vive con su pareja y dos gatos, y se siente una persona plena y satisfecha con su vida.
A pesar de los avances en derechos y de que cada vez hay más mujeres líderes sin hijos, las expectativas sociales hacia ellas siguen siendo distintas, indica la profesora del Tec de Monterrey.
“Todavía se cuestiona a las mujeres en política por su situación familiar. Si Harris fuera hombre, nadie se preguntaría si el no tener hijos afecta su liderazgo. La sociedad sigue midiendo a las mujeres en función de la maternidad, y cuando no cumplen con ese rol, se las desacredita”, afirma Quintanilla.
Además destaca que “es esencial visibilizar que este tipo de ataques son misóginos. Al aceptar que una mujer puede ser plena sin hijos, se está retando un estereotipo arcaico que busca reducir su identidad a la maternidad”.
Resignificación
Lejos de tomar este término como una ofensa, muchas mujeres han comenzado a resignificar este término, transformándolo como un símbolo de independencia. El caso más contundente es el de Taylor Swift, quién hace unas semanas demostró su apoyo a la candidata demócrata firmando su endorsement como “childless cat lady”. Referencia directa a como Swift no tiene hijos, pero si tres gatos.
Tere también ha encontrado en esta resignificación una forma de éxito y libertad: “No creo que tener hijos sea lo único que define a una mujer. Mi trabajo y mis decisiones también son parte de lo que soy. Me parece grotesco que alguien piense que tener gatos en lugar de hijos te hace menos. Estoy donde estoy por mi esfuerzo, nada más”, asegura.
Este cambio de perspectiva, explica Quintanilla, podría transformar la percepción pública sobre el liderazgo femenino, especialmente entre las nuevas generaciones: “Si nosotras mismas dejamos de ver a la mujer como una figura que debe cumplir un rol de madre, vamos a construir un entorno mucho más equitativo, abriendo la puerta a más mujeres en posiciones de poder”.