La evidencia de ello está en la pérdida del llamado “muro azul” demócrata la noche del martes: Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Ohio cayeron en la columna de Trump, lo que acentúa la crisis del partido con quienes no tienen una educación universitaria.
En Wisconsin, Trump ganó por menos de 30,000 votos, pero en Pennsylvania, clave para las aspiraciones de Harris, lo hizo por más de 150,000. Michigan, hogar de las principales armadoras de autos estadounidenses, se decantó por Trump por menos de un punto porcentual.
El mensaje del republicano tocó profundas cicatrices en el electorado, que ha visto el cierre de miles de fábricas manufactureras que se han relocalizado, entre otros lados, en México. De acuerdo con The New York Times, desde la aprobación del TLCAN a inicios de los noventa hasta la pandemia, han cerrado más de 90,000 fábricas en Estados Unidos. La promesa del retorno de esos empleos apeló con fuerza en un electorado que siente que le ha tocado la peor parte de los acuerdos comerciales.
El mensaje pro aborto no funcionó
Uno de los puntos más fuertes de la campaña de Harris era su postura en defensa de los derechos de las mujeres y el retorno de las protecciones federales para el aborto seguro. Desde que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos declaró el fin de Roe vs. Wade en 2022 y aseguró que la Constitución no brinda ningún respaldo para el aborto, el tema se convirtió en uno ganador para los candidatos demócratas.