Los migrantes se preguntan qué va a pasar con ellos. Si después del 20 tendrán la oportunidad y esperan con "desesperanza" lamenta Yusmelis Villalobos, una venezolana de 47 años que también está en espera de un permiso de tránsito.
En cambio, muchos optan por unirse a caravanas migrantes como último recurso. “Dios tendrá la última palabra”, concluye Villalobos con resignación, mostrando el profundo componente espiritual que acompaña a muchos migrantes en su travesía.
Anaís Rojas, una joven venezolana de 20 años que viaja con su hijo, tiene su cita para el 23 de enero en Tijuana. A pesar de la incertidumbre, intenta mantener la calma. “El 20 vamos a estar en la frontera, ahí veremos”, dice con determinación.
Aunque reconoce que la retórica de Trump es preocupante, también confía en que su administración logre reactivar la economía de Estados Unidos, algo que podría beneficiarla a largo plazo. “Por algo él ganó. Si la economía mejora, nos beneficia también a nosotros”, concluye.
Con información de AFP