Por primera vez en 40 años, Donald Trump celebrará su segunda investidura en el interior del Capitolio el próximo lunes, desafiando las tradiciones presidenciales debido al frío polar que azota la capital estadounidense.
Este evento marca el inicio de un nuevo y polémico mandato como el 47º presidente de Estados Unidos, cerrando varios días de festividades que combinan solemnidad, tensiones políticas y un fuerte despliegue mediático.
El momento culminante será la ceremonia de investidura, programada para el lunes al mediodía.
En lugar de las emblemáticas escalinatas del Capitolio, Trump prestará juramento en la Rotonda, el corazón histórico del edificio, un cambio motivado por las extremas condiciones climáticas previstas, con temperaturas que podrían caer hasta los -10 °C, agravadas por fuertes vientos helados.
Este escenario no carece de simbolismo. La Rotonda fue testigo de los disturbios ocurridos el 6 de enero de 2021, cuando una turba de simpatizantes de Trump irrumpió en el Capitolio en un intento por impedir la certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
Cuatro años después, el edificio vuelve a ser el epicentro de otro capítulo crucial en la polarizada historia reciente de Estados Unidos.
Tras la ceremonia, el presidente saliente, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris, quien perdió las elecciones de noviembre frente a Trump, dejarán oficialmente sus cargos.
Para garantizar el acceso al evento, la ceremonia será retransmitida en el Capital One Arena, un estadio con capacidad para 20,000 personas. Además, el tradicional desfile inaugural, que usualmente recorre la explanada del Mall, se trasladará al interior del estadio debido a las condiciones climáticas.
Según las autoridades, unas 7,500 personas estaban inicialmente previstas para participar en el desfile.
Washington se encuentra en estado de máxima alerta, reflejo de la polarización política y los riesgos de seguridad asociados. La ciudad está protegida por un operativo que incluye 25,000 efectivos entre policías y militares, además de barreras, francotiradores y drones que vigilan desde el cielo.
El Servicio Secreto, encargado de la seguridad presidencial, ha calificado este operativo como "el más robusto en la historia reciente", justificándolo por "un entorno más amenazante".
La campaña electoral estuvo marcada por episodios de violencia, incluidos dos intentos de asesinato contra Trump, uno de los cuales ocurrió en pleno mitin en su residencia.
Aunque las autoridades esperan protestas, anticipan que serán significativamente menores que las de su primera investidura en 2017, que atrajeron a cientos de miles de manifestantes.
Las condiciones climáticas también juegan un papel crucial.
Este invierno se perfila como el más frío en cuatro décadas. La última vez que un presidente juró el cargo en el interior del Capitolio debido al clima fue en 1985, cuando Ronald Reagan asumió su segundo mandato en medio de temperaturas glaciales similares.
Entre los asistentes destacan figuras de la élite tecnológica y política.
Elon Musk, uno de los principales donantes y aliados cercanos de Trump, encabezará la lista de invitados junto con otros gigantes de Silicon Valley como Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Meta) y Tim Cook (Apple).
En el ámbito político, Barack Obama estará presente como representante de los expresidentes demócratas, acompañado por Bill y Hillary Clinton, así como George W. Bush. Sin embargo, destacan las ausencias de Michelle Obama y Nancy Pelosi, quienes optaron por no asistir a la ceremonia.
El evento también atraerá a líderes internacionales alineados con Trump, como Giorgia Meloni (Italia) y Viktor Orbán (Hungría).
Asimismo, figuras de la extrema derecha europea, como Eric Zemmour, Marion Maréchal, y Nigel Farage, han confirmado su asistencia.
O el empresario mexicano, Carlos Slim.
Las festividades no se limitan a la ceremonia oficial. El sábado por la noche, Trump inaugurará las celebraciones con una recepción privada y un espectáculo de fuegos artificiales en Sterling, uno de sus clubes de golf en Virginia.
El domingo, el presidente electo ofrecerá un mitin en Washington frente a miles de seguidores, seguido por los tradicionales bailes de inauguración el lunes por la noche.
Entre las actuaciones más esperadas están los Village People, cuyo éxito "Y.M.C.A." se ha convertido en un himno no oficial de los eventos de Trump. La cantante de country Carrie Underwood y el tenor Christopher Macchio también participarán, interpretando canciones patrióticas como "America The Beautiful" y el himno nacional, respectivamente.
La ceremonia concluirá con una misa interconfesional en la Catedral Nacional el martes, un acto que simboliza el cierre formal de los eventos inaugurales.
Trump ha prometido que su regreso a la Casa Blanca estará acompañado de una gran cantidad de órdenes ejecutivas y decisiones contundentes.
Durante la campaña, destacó propuestas que incluyen un masivo programa de deportaciones, la imposición de nuevos aranceles a México, Canadá y China, la eliminación de regulaciones climáticas y energéticas, y perdones a los condenados por el asalto al Capitolio.
Entre las promesas más controvertidas está su intención de acabar con lo que llamó "el delirio transgénero" y otras medidas sociales que calificó como "prioritarias".
El lema "America First" vuelve a ser central en su discurso, y sus seguidores esperan que Trump cumpla con acciones inmediatas desde su primer día en el cargo.
Con información de AFP.
