Estados Unidos perdería un acceso privilegiado a datos muy importantes de vigilancia epidemiológica, según han advertido varios expertos, lo que podría mermar las capacidades de prevención y vigilancia de amenazas de salud desde el extranjero.
Al igual que otros estados miembros de la OMS, forma parte de una red mundial de vigilancia de la gripe supervisada por la OMS.
Entre otras cosas, el grupo asesora sobre la composición de la vacuna anual contra la gripe estacional.
Las agencias sanitarias y farmacéuticas también dependen de la OMS "para obtener los datos necesarios para el desarrollo de vacunas y tratamientos", subrayó Lawrence Gostin, profesor de derecho a la salud pública en la universidad de Georgetown.
"En lugar de ser los primeros en recibir vacunas, estaremos en la cola. El retiro de la OMS inflige una herida profunda en la seguridad de Estados Unidos y en nuestra ventaja competitiva en materia de innovación", lamentó Gostin en X.
Con el escéptico de las vacunas Robert F. Kennedy Junior postulado como secretario de Estado de Salud, el enfoque del gobierno Trump sobre las vacunas tanto a nivel nacional como internacional no está claro.
Sin embargo, durante la última administración de Trump, las contribuciones al grupo mundial de vacunas Gavi se mantuvieron más o menos igual que bajo su predecesor demócrata y su sucesor en la Casa Blanca. La financiación también se mantuvo en un nivel similar para el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, otro importante actor de la salud mundial.