Stephen Miller, el arquitecto de las políticas antiinmigración de Trump

Junto con Trump, Miller regresó a la Casa Blanca, ahora como jefe adjunto del gabinete, un rol cuyo ámbito es ampliable de forma casi infinita, pues es responsable de supervisar la política interior, y de asesor de seguridad nacional, lo que le permite coordinarse entre las agencias del gabinete.

En un mitin realizado en octubre, en el Madison Square Garden de Nueva York, un lugar que en 1939 congregó a personas a favor del nazismo, Miller le dijo a los fervientes seguidores de Trump:

Esto es lo que sabemos sobre este personaje, una de las personas a las que Trump escucha con más atención y quien, de acuerdo con The New York Times, estuvo trabajando en secreto en la redacción de las órdenes ejecutivas que Trump firmó el lunes.

El origen de Stephen Miller

Miller, uno de los rostros más visibles de la pasada gestión de Trump, es un judío de 39 años quien creció en el sur de la liberal California. Sus padres eran demócratas, pero él se convirtió a la causa conservadora por una copia del libro de 1994 del CEO de la Asociación Nacional del Rifle Wayne LaPierre, Guns, Crime and Freedom, un derribo contundente de los argumentos a favor del control de armas.

"Creo que cuando estaba creciendo en California vio el papel que jugó la migración masiva al convertir un estado rojo en azul", dijo un excolega de Miller en el Senado a Politico. "Temía que eso le pasara al resto del país".

Lee

presidencia

Marco Rubio y Juan Ramón de la Fuente dialogan sobre migración y seguridad

Miller estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Duke, donde también tuvo acercamientos con grupos antiinmigración.

Uno de los colaboradores más cercanos de Trump

Miller fue cercano al Partido Republicano toda su carrera. Trabajo como Jefe de comunicaciones de varios de los legisladores del partido. Fue especialmente cercano al senador por Alabama Jeff Sessions, con quien comenzó a trabajar en 2009.

Mientras servía en el Senado de Estados Unidos, fue uno de los aliados más fuertes del movimiento antiinmigrante y citaba regularmente informes producidos por grupos de odio antiinmigrantes como la Federación para la Reforma de la Inmigración Americana (FAIR) y el Centro de Estudios de Inmigración (CIS), ambas organizaciones fundadas por el difunto John Tanton, un eugenista, nacionalista blanco y arquitecto del moderno movimiento antiinmigrante.

Miller se hizo conocido por enviar correos electrónicos masivos sobre inmigración a otros empleados republicanos. Según un miembro del personal republicano que habló con The New Yorker, los correos electrónicos relacionados con la inmigración de Miller compartían regularmente enlaces de "sitios web marginales", tanto que el miembro del personal admitió: "Empecé a eliminarlos cuando vi su nombre". "Todos lo hicieron", agregó el miembro del personal.

En 2014, Miller jugó un papel muy importante para impedir la aprobación de un proyecto bipartidista de reforma a la ley migratoria, ya que escribió muchos de los discursos encontrados de la iniciativa.

Donald Trump, con un discurso en el que llamó a los inmigrantes “violadores”, anunció sus intenciones por contender por la Casa Blanca en 2015, que resonó con las creencias antiinmigrantes del secretario de comunicaciones de Sessions.

Miller se integró a la campaña de Trump en enero de 2016 gracias a la recomendación de Steve Bannon, el fundador del sitio conservador Breibart News. Escribió el discurso con el que Trump aceptó la candidatura a la presidencia en la Convención Nacional Republicana.

Ya con Trump en la Casa Blanca, Miller fue asesor senior del presidente y desde 2017, ha sido una figura central en muchas de sus decisiones políticas.

"Fue el arquitecto de dos de las políticas más notorias de la primera administración de Trump: la prohibición musulmana y la política de separación familiar", dijo Naureen Shah, cabildero de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) en Washington, D.C. "¿Quién es el cerebro detrás de lo peor? Es Stephen Miller".

Además de la prohibición de entrada a los ciudadanos de países musulmanes, Miller también fue la mente maestra que diseñó notablemente la decisión de su gobierno de separar a miles de familias migrantes como estrategia de disuasión.

"Fue una simple decisión de la administración tener una política de tolerancia cero para la entrada ilegal, punto. El mensaje es que nadie está exento de la ley de inmigración”, dijo Miller en junio de 2018.

Desde 2017 y hasta junio de 2018, Trump utilizó el arma de la separación en la frontera con México para disuadir a los inmigrantes que querían entrar ilegalmente a Estados Unidos. La ACLU calcula que más de 5,500 familias fueron separadas. El Departamento de Seguridad Nacional indica que aún quedan por reunificar 1.300 familias.

De acuerdo con The Washington Post, a pesar de la indignación pública por la política, "Miller defendió las separaciones y había alentado al presidente a promulgarlas, diciendo a otros en el Ala Oeste que demostrarían ser un impedimento migratorio". Debido al inmenso retroceso de la política, el presidente Trump terminó su práctica, pero a partir de agosto de 2019, Miller continuó defendiéndola.

Desde que Trump dejó el cargo, Miller ha sido presidente de America First Legal, una organización de exasesores de Trump concebida como una versión conservadora de la ACLU, desafiando a la administración del presidente Joe Biden, compañías de medios, universidades y otros en temas como la libertad de expresión y religión y la seguridad nacional.

Cercano a los millonarios tech

La presencia del hombre más rico del mundo al lado de Trump no fue una casualidad. Miller ha cultivado esta relación desde hace tiempo.

El asesor de Trump encontró una causa común con Musk, que había empezado a describir a los inmigrantes que vivían en el país sin permiso legal como una amenaza para la civilización occidental.

Miller empezó a asesorar a Musk en el tema de sus donaciones políticas, que en aquel momento eran un secreto muy bien guardado, dijeron dos personas con conocimiento del asunto a The New York Times.

También estuvo presente en la reunión que Mark Zuckerberg, el dueño de Meta, tuvo con Donald Trump en su casa de Mar-a-Lago después de las elecciones.

Miller dijo entonces a Fox News que Zuckerberg "ha sido muy claro sobre su deseo de ser partidario y partícipe de este cambio que estamos viendo en todo Estados Unidos”.

"Quiere apoyar la renovación de Estados Unidos bajo el liderazgo del presidente Trump", agregó Miller.

Mientras que en el primer periodo de Trump marcaron distancias, los pesos pesados de la tecnología esta vez saludaron la victoria electoral del republicano, entre ellos Zuckerberg.

Con información de AFP