Netanyahu visita a Trump mientras Israel va contra agencia humanitaria
Benjamin Netanyahu será el primer líder extranjero en reunirse con Trump. Mientras, Israel pone fin a sus relaciones con la UNRWA, provocando reacciones internacionales.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha invitado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a una reunión en la Casa Blanca el próximo 4 de febrero, según anunció este martes la oficina del mandatario israelí.
"El primer ministro Netanyahu es el primer líder extranjero en ser invitado a la Casa Blanca durante el segundo mandato del presidente Trump", dice el comunicado.
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Este encuentro se produce en un momento de gran tensión, dado el reciente anuncio por parte de Israel de cortar todos los lazos con la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), una medida que ha generado fuertes reacciones a nivel internacional.
Israel suspende relaciones con la UNRWA
Israel anunció que a partir del 30 de enero pondrá fin a todo contacto con la UNRWA y con cualquiera que actúe en su nombre, en virtud de una legislación aprobada por el Parlamento israelí en octubre de 2024.
Esta decisión, que se hará oficial en 48 horas, ha generado un amplio debate dentro de la comunidad internacional, particularmente entre aquellos que consideran a la agencia una pieza clave en la provisión de asistencia humanitaria en los territorios palestinos.
El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, fue el encargado de comunicar la medida durante una reunión del Consejo de Seguridad, reiterando que la UNRWA debe evacuar sus instalaciones en Jerusalén, incluidas las de la zona este de la ciudad, que Israel ocupa desde 1967.
Esta decisión abarca tanto las escuelas como los centros de salud que la agencia opera en la región. "Por la presente informo a Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad que la legislación relativa a las actividades de la UNWRA en Israel entrará oficialmente en vigor el 30 de enero", explicó Danon.
Israel acusa a la UNRWA de estar infiltrada por miembros de Hamás, y de permitir que algunos de sus empleados estuvieran involucrados en los atentados del 7 de octubre de 2023, en los que murieron cientos de israelíes. “Esta decisión no se ha tomado a la ligera ni rápidamente. No es una decisión política. Es una decisión necesaria”, enfatizó Danon, subrayando que la medida busca proteger la seguridad de Israel.
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Reacciones ante la decisión
La ONU y varios de sus estados miembros, incluido Estados Unidos, insisten en que la UNRWA es indispensable para la ayuda humanitaria en Gaza y otros territorios palestinos. La agencia, que proporciona educación, salud y asistencia alimentaria a millones de refugiados palestinos, es considerada por muchos como la "columna vertebral" de la ayuda humanitaria en la región.
Philippe Lazzarini, director de la UNRWA, denunció en el Consejo de Seguridad el impacto potencial de la legislación israelí. "El ataque incesante contra la UNRWA pone en riesgo las vidas y el futuro de los palestinos en el territorio palestino ocupado", señaló, añadiendo que, a pesar de las dificultades, la agencia está determinada a continuar con sus operaciones hasta que no sea posible.
Dorothy Shea, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, expresó el apoyo de su gobierno a la postura de Israel. "Es una decisión soberana de Israel cerrar las oficinas de la UNRWA en Jerusalén", comentó, minimizando las preocupaciones sobre los efectos que esta medida tendrá sobre las operaciones humanitarias.
"La exageración de los efectos de estas leyes y la insinuación de que esto paralizará todas las operaciones humanitarias es irresponsable y peligrosa", agregó, subrayando que la UNRWA "no es ni ha sido nunca la única opción para la ayuda humanitaria".
El regreso a Gaza
Mientras tanto, en Gaza, miles de palestinos desplazados por la guerra entre Israel y Hamás están regresando al norte de la ciudad tras un prolongado éxodo hacia el sur.
La devastación que encuentran es total. Más del 60% de los edificios de la Franja de Gaza han quedado destruidos, lo que ha generado un panorama de desolación para aquellos que, tras meses de huida, intentan regresar a sus hogares.
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Algunos de los retornados se muestran emocionados por volver a la tierra que perdieron, pero la tristeza y la desesperación predominan entre los habitantes. “Nada para vivir”, resume Mahmud Kashko, un hombre de 52 años, quien tras la destrucción de su casa no tiene más que una carpa improvisada para resguardarse.
Entre las imágenes de felicidad por el regreso y las de incredulidad por la magnitud de la destrucción, muchos habitantes de Gaza encuentran consuelo en la simple oportunidad de volver a la tierra que una vez fue suya. Sin embargo, las condiciones son extremas: la falta de alimentos, agua potable y viviendas adecuadas agrava la situación.
"Es nuestra primera noche juntos", dice Mona Abu Aadrah, una joven de 20 años, quien logró reunirse con sus tres hermanos después de meses separados. Mientras habla, no puede evitar mencionar que, aunque la alegría de regresar está presente, "no tenemos ni colchones, ni mantas, ni agua potable", una realidad que enfrentan muchos de los desplazados en la región.