Boicot y abucheos, entre la respuesta canadiense
Abucheos al himno nacional estadounidense, vacaciones canceladas y productos boicoteados: la guerra comercial iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el anuncio de aranceles provocó la respuesta de los canadienses, que contraatacan con ira y un esquema patriótico de gastos.
"Lo que Donald Trump le está haciendo a Canadá me parece completamente repugnante", dice Huguette Beaudoin a la AFP.
Al recorrer los pasillos de un supermercado de Montreal, esta anciana de 80 años se detiene a mirar detenidamente la etiqueta de una caja de sopa de cebolla para determinar si fue fabricada en Estados Unidos.
Para ella, como para muchos otros, comprar productos estadounidenses está fuera de toda discusión, incluso si eso significa prescindir de ciertos artículos. "Tenemos que reaccionar", argumenta.
Este tipo de acciones parecen hacer eco a un discurso que Trudeau dio luego del anuncio de aranceles por parte de Estados Unidos, en el que pidió a sus compatriotas privilegiar la compra de productos canadienses sobre los estadounidenses y considerar pasar las vacaciones dentro de Canadá y no en Estados Unidos.
En las redes sociales empezaron a circular listas de productos estadounidenses a boicotear.
Varias provincias —entre estas Ontario, que vende anualmente casi 1,000 millones de dólares estadounidenses en bebidas alcohólicas a través de sus tiendas al por menor gestionadas por el gobierno y a 18,000 restaurantes y bares locales— dijeron que dejarían inmediatamente de vender cerveza, vino y licores estadounidenses en señal de protesta.
"Nosotros no empezamos esta guerra, pero vamos a ganarla", declaró el lunes el primer ministro de Ontario, Doug Ford.