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Canadá despierta ante las amenazas de Donald Trump

El presidente de Estados Unidos insiste en que quiere anexionar al país como el estado 51, unas declaraciones que son tomadas con cada vez más seriedad en Ottawa.
mar 11 febrero 2025 05:05 AM
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, con un sombrero de "Canadá no está a la venta", habla con los periodistas antes de una reunión de líderes provinciales y territoriales en Ottawa, Ontario, Canadá, el 15 de enero de 2025.
Abucheos al himno nacional estadounidense, vacaciones canceladas y productos boicoteados: ha sido la respuesta del canadiense.

Donald Trump regresó a la presidencia de Estados Unidos con ambiciones expansionistas, que van desde cambiar el nombre del Golfo de México por Golfo de América, hasta sus intenciones de recuperar el control del Canal de Panamá. Entre estas declaraciones, hay una bastante estrafalaria: anexar a Canadá, su vecino del norte, y convertirlo en el estado 51.

Estados Unidos paga "cientos de miles de millones de dólares para subvencionar a Canadá", afirmó Trump aparentemente refiriéndose al déficit comercial de Estados Unidos con su vecino, escribió Donald Trump el domingo 2 de febrero en su red social Truth Social.

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"Sin este subsidio masivo, Canadá deja de existir como un país viable. Por lo tanto, Canadá debería convertirse en nuestro querido estado número 51", añadió.

Según el republicano, eso significaría "impuestos mucho más bajos y una protección militar mucho mejor para los canadienses... ¡Y sin aranceles!”.

Este domingo, después de anunciar la imposición de nuevos aranceles al aluminio y al acero —dos materiales que importa desde Canadá—, Trump insistió en su propuesta de anexionar a su vecino.

Canadá "estaría mucho mejor si fuera el estado número 51 (de Estados Unidos) porque estamos perdiendo 200,000 millones de dólares al año”, dijo Trump a periodistas a bordo del avión presidencial, en camino al Super Bowl.

Datos oficiales de Estados Unidos reportan que el déficit comercial con Canadá fue de 55,000 millones de dólares en 2024.

Las amenazas de Trump son tomadas cada vez con más seriedad por el país norteamericano, que rechaza las intenciones estadounidense de anexión.

Para Trudeau, la amenaza es real

El primer ministro Justin Trudeau dijo el viernes en una cumbre económica que el presidente estadounidense, Donald Trump, habla en serio sobre la anexión de Canadá para acceder a sus recursos naturales y reiteró que la soberanía de su país es innegociable.

Trudeau convocó a una cumbre de líderes empresariales y laborales para coordinar una respuesta a la amenaza inminente de Trump de un arancel del 25% sobre todas las importaciones desde Canadá, una sanción que podría paralizar la economía de este país.

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En comentarios a puerta cerrada, Trudeau dijo a un grupo de ejecutivos que para Trump, la posibilidad de "absorber Canadá" es "real", según informes de medios canadienses.

"Sugiero que la administración Trump no solo sabe cuántos minerales críticos tenemos, sino que esa puede ser la razón por la que siguen hablando de absorbernos y convertirnos en el estado número 51" de Estados Unidos, dijo.

Los comentarios, hechos después de que los medios abandonaran la sala, fueron audibles en un altavoz fuera del salón y escuchados por el Toronto Star y la emisora pública CBC.

"Son muy conscientes de nuestros recursos, de lo que tenemos y quieren poder beneficiarse de ellos", añadió. "Trump tiene en mente que una de las formas más fáciles de hacerlo es absorbiendo a nuestro país", agregó.

Cuando se le preguntó sobre los comentarios de Trudeau al margen de la cumbre, y si Ottawa estaba preocupada por la amenaza de Trump, el ministro de Industria, Francois-Philippe Champagne, dijo a la AFP que "nadie puede cuestionar la soberanía de Canadá".

"Nuestros amigos estadounidenses entienden que necesitan a Canadá para su seguridad económica, necesitan a Canadá para su seguridad energética y necesitan a Canadá para su seguridad nacional", dijo.

La ministra de Comercio, Anita Anand, dijo a su vez que Canadá está decidido a resistir cualquier expansionismo estadounidense.

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En sus comentarios, Trudeau dijo que Ottawa seguiría trabajando para abordar las preocupaciones de Trump sobre el fentanilo y los migrantes, aunque Canadá no es un contribuyente significativo a ninguno de esos problemas en Estados Unidos.

Subrayó también que Canadá debería estar preparado para "lo que podría ser una situación política a largo plazo más desafiante con Estados Unidos”.

Si se imponen aranceles, Canadá respondería del mismo modo, pero su objetivo sería siempre que las medidas se retiraran lo antes posible, dijo Trudeau a líderes empresariales y sindicales al inicio de una reunión sobre cómo diversificar el comercio e impulsar la economía.

"La reflexión estratégica que tenemos que hacer ahora mismo es (...) ¿cómo salimos adelante, y prosperamos, y nos hacemos más fuertes en los próximos cuatro años y en lo que puede ser una situación política más complicada a largo plazo con Estados Unidos?", dijo.

Canadá envía el 75% de todas sus exportaciones de bienes y servicios al sur de la frontera, lo que la hace muy vulnerable a las sanciones estadounidenses.

Trudeau, haciéndose eco de las quejas de larga data de la comunidad empresarial, dijo que las barreras comerciales internas entre las 10 provincias estaban frenando la economía.

"Este es uno de esos momentos y oportunidades en los que (...) hay una ventana abierta debido al contexto en el que nos encontramos. Tenemos que pasar a través de ella", dijo.

Boicot y abucheos, entre la respuesta canadiense

Abucheos al himno nacional estadounidense, vacaciones canceladas y productos boicoteados: la guerra comercial iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el anuncio de aranceles provocó la respuesta de los canadienses, que contraatacan con ira y un esquema patriótico de gastos.

"Lo que Donald Trump le está haciendo a Canadá me parece completamente repugnante", dice Huguette Beaudoin a la AFP.

Al recorrer los pasillos de un supermercado de Montreal, esta anciana de 80 años se detiene a mirar detenidamente la etiqueta de una caja de sopa de cebolla para determinar si fue fabricada en Estados Unidos.

Para ella, como para muchos otros, comprar productos estadounidenses está fuera de toda discusión, incluso si eso significa prescindir de ciertos artículos. "Tenemos que reaccionar", argumenta.

Este tipo de acciones parecen hacer eco a un discurso que Trudeau dio luego del anuncio de aranceles por parte de Estados Unidos, en el que pidió a sus compatriotas privilegiar la compra de productos canadienses sobre los estadounidenses y considerar pasar las vacaciones dentro de Canadá y no en Estados Unidos.

En las redes sociales empezaron a circular listas de productos estadounidenses a boicotear.

Varias provincias —entre estas Ontario, que vende anualmente casi 1,000 millones de dólares estadounidenses en bebidas alcohólicas a través de sus tiendas al por menor gestionadas por el gobierno y a 18,000 restaurantes y bares locales— dijeron que dejarían inmediatamente de vender cerveza, vino y licores estadounidenses en señal de protesta.

"Nosotros no empezamos esta guerra, pero vamos a ganarla", declaró el lunes el primer ministro de Ontario, Doug Ford.

El boicot tendrá efecto en los productores y empresas estadounidenses, pero Canadá sigue siendo "un mercado relativamente pequeño" para ellos, por lo que será "sobre todo simbólico", comentó Julien Frederic Martin, profesor de economía de la Universidad de Quebec en Montreal (UQAM).

Por otra parte, los turistas canadienses que opten por irse a otra parte "podrían tener un efecto económico significativo" para estados como Maine, Florida, California y Arizona, según Lorn Sheehan, profesor especializado en turismo de la Universidad Dalhousie.

Estados Unidos es el principal destino de vacaciones para los canadienses. En 2023 se realizaron más de 25 millones de viajes a Estados Unidos por trabajo, ocio o compras.

Los aficionados al deporte también expresaron su enojo, abucheando el himno nacional estadounidense en un partido de la NBA que los Toronto Raptors jugaron en casa contra Los Ángeles Clippers el domingo.

También se escucharon abucheos durante la interpretación del himno en un partido de la Liga Nacional de Hockey disputado el sábado entre los Minnesota Wild y los Ottawa Senators.

"Siempre ha habido un sentimiento anti Estados Unidos latente en Canadá, pero con Trump se ha disparado", dijo Guy Lachapelle, profesor de la Universidad de Concordia.

El boicot actual, añadió, se dirige "no tanto contra Estados Unidos, sino más bien contra el presidente estadounidense".

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