Como respuesta, el grupo VW quiere, según el diario Handelsblatt, ahorrar, sobre todo, en costos salariales. El comité general de empresa asegura que VW planea cerrar tres plantas y eliminar decenas de miles de puestos de trabajo.
El líder del CDU y favorito para convertirse en canciller luego de las elecciones del 23 de febrero, Friedrich Merz, parece estar de acuerdo en que el modelo alemán necesita cambiar.
"El modelo de negocio de este país se ha ido”, dijo en una entrevista con la revista The Economist.
"Tenemos que hacer un trabajo serio en esta carga de burocracia", dice, culpando tanto a Bruselas como a Berlín. Como ejemplo, Merz pone las normas de informes de diligencia debida que los líderes empresariales alemanes detestan.
En energía, un gran punto para la industria alemana, promete una reforma de la red y "construir al menos 50 plantas de energía de gas". No habrá retorno al gas ruso "por el momento", pero Merz está "absolutamente" abierto a firmar contratos a largo plazo para el (caro) gas natural licuado estadounidense. Se considerarán nuevos reactores nucleares.
Los economistas tampoco esperan de momento una recuperación rápida, lo que acentúa la presión sobre el gobierno que salga de las legislativas del 23 de febrero, anticipadas por el colapso de la coalición de gobierno saliente.
"Todo hace pensar que el 2025 será el tercer año consecutivo de recesión", dijo este miércoles Jens-Oliver Niklasch, del banco LBBW.
De hecho, en diciembre, el banco central alemán recortó su proyección de crecimiento para 2025 a un 0.2% apenas, muy por debajo de la estimación anterior, que apuntaba a una expansión del 1.1%.