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La economía de Alemania deja de ser el motor de la Unión Europea

El país del centro de Europa llegó a ser el “campeón de las exportaciones”, pero el modelo parece haberse agotado, con una crisis económica que arrastra a todo el continente.
mar 18 febrero 2025 07:33 AM
Los empleados caminan en un día de un anuncio de recortes de empleo de Volkswagen AG y cierre de sus pocas fábricas, en la sede de la compañía en Wolfsburg, Alemania, el 28 de octubre de 2024.
La crisis de Volkswagen y de la industria automotriz alemana es parte de un problema más grave.

Alemania vive una de sus peores crisis desde la reunficación. Su sistema político está cada vez más fracturado y la ruptura de la coalición en el poder ha obligado a adelantar las elecciones, con el riesgo de darle mayor poder a la extrema derecha. La economía, que en algún momento fue el motor de crecimiento de la Unión Europea y una de las más prósperas del mundo, ahora está en recesión.

Los indicadores económicos de Alemania llevan años mostrando debilidad. El milagro que llevó a este país a ser la mayor economía de Europa parece estar terminando.

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Por segundo año consecutivo, la economía se contrajo en 2024, debido a la persistente crisis de su modelo industrial y exportador, de acuerdo con datos oficiales.

El producto interior bruto alemán se contrajo un 0.2% en 2024, según una primera estimación publicada este miércoles por el instituto Destatis.

En 2023, el PIB ya se había contraído un 0.3%, a causa del alza del coste de la energía, inducido por la invasión rusa de Ucrania.

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En el último trimestre de 2024, el PIB cayó un 0.1% en comparación con el trimestre anterior, según una estimación preliminar de Destatis.

El repliegue de 2024 está alineado con las estimaciones del gobierno y el banco central alemán (Bundesbank), mientras que el FMI, más optimista, esperaba un estancamiento.

“La elevada incertidumbre ha afectado al consumo y la inversión, y las perspectivas comerciales han empeorado a medida que se debilitó la demanda mundial de bienes industriales”, indica la Comisión Europea en su sitio web.

Deja la corona de las exportaciones

Alemania ya no es es tampoco el Exportweltmeister, el "campeón mundial de las exportaciones", como se conocía en los mercados internacionales.

Las exportaciones alemanas, pilar histórico del éxito económico del país, "se redujeron pese al incremento global del comercio mundial en 2024", comentó Ruth Brand, la presidenta del instituto Destatis, en una rueda de prensa.

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De acuerdo con ella, la economía del país afrontó el año pasado "presiones cíclicas y estructurales”.

Entre ellas citó una "mayor competencia a la industria exportadora alemana en mercados clave, unos costes elevados de la energía, unas tasas de interés que siguen siendo altas, y una perspectiva económica incierta”.

Este sector de la economía es el que más podría verse afectado por los aranceles que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido imponer a todas las importaciones provenientes de la Unión Europea, un bloque económico al que acusa de aprovecharse de su país.

De acuerdo con Destatis, la mayoría de las exportaciones alemanas en diciembre de 2024 fueron a los Estados Unidos. Después del ajuste estacional y de calendario, las exportaciones de bienes a los Estados Unidos bajaron un 3.5% en comparación con noviembre de 2024, cayendo a 13,500 millones de euros.

Un modelo que quedó obsoleto

La economía alemana vivió su mejor momento a principios de la década de los 2010. El gas ruso abastecía de combustible barato a sus industrias y China era un gran socio comercial. Los carros, la empresas químicas y de ingeniería vivieron entonces momentos dulces.

Sin embargo, ese mundo ya no existe. Rusia se ha convertido en un enemigo y su combustible barato ya no está a disposición de Alemania, que no supo hacer su transición energética a tiempo.

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“Tal vez el mayor de todos los shocks provino de la tecnología”, dijo a la BBC, Wolfgang Münchau, economista y director del medio especializado EuroIntelligence y autor del libro Kaput: el fin del milagro económico alemán.

En el sector automotor en particular, los grandes grupos del país han perdido terreno frente a sus competidores chinos.

"Por poner un ejemplo de cómo el país se ha quedado atrás, al principio los directivos de la industria automovilística alemana, en su mayoría hombres, consideraban que los coches eléctricos eran juguetes para niñas", escribió el autor.

La industria automotriz alemana está de capa caída desde hace tiempo. La demanda de autos de combustión interna disminuye en los mercados más importantes para Alemania, como Estados Unidos y China, mientras aumenta la de autos eléctricos, de acuerdo con un reporte de PWC.

Frank Schwope, de la Universidad de la Mediana Empresa de Hannover y experto en el sector del automóvil, dijo a la cadena DW que "las perturbaciones provocadas por la electromovilidad y los nuevos competidores chinos" influyen en la bajada de ventas y beneficios de las automotrices alemanas.

Según Volkswagen, esa disrupción ha provocado actualmente graves pérdidas de beneficios: en el tercer trimestre de 2024, fueron casi un 64% más bajos que en el mismo período del año anterior.

Como respuesta, el grupo VW quiere, según el diario Handelsblatt, ahorrar, sobre todo, en costos salariales. El comité general de empresa asegura que VW planea cerrar tres plantas y eliminar decenas de miles de puestos de trabajo.

El líder del CDU y favorito para convertirse en canciller luego de las elecciones del 23 de febrero, Friedrich Merz, parece estar de acuerdo en que el modelo alemán necesita cambiar.

"El modelo de negocio de este país se ha ido”, dijo en una entrevista con la revista The Economist.

"Tenemos que hacer un trabajo serio en esta carga de burocracia", dice, culpando tanto a Bruselas como a Berlín. Como ejemplo, Merz pone las normas de informes de diligencia debida que los líderes empresariales alemanes detestan.

En energía, un gran punto para la industria alemana, promete una reforma de la red y "construir al menos 50 plantas de energía de gas". No habrá retorno al gas ruso "por el momento", pero Merz está "absolutamente" abierto a firmar contratos a largo plazo para el (caro) gas natural licuado estadounidense. Se considerarán nuevos reactores nucleares.

Los economistas tampoco esperan de momento una recuperación rápida, lo que acentúa la presión sobre el gobierno que salga de las legislativas del 23 de febrero, anticipadas por el colapso de la coalición de gobierno saliente.

"Todo hace pensar que el 2025 será el tercer año consecutivo de recesión", dijo este miércoles Jens-Oliver Niklasch, del banco LBBW.

De hecho, en diciembre, el banco central alemán recortó su proyección de crecimiento para 2025 a un 0.2% apenas, muy por debajo de la estimación anterior, que apuntaba a una expansión del 1.1%.

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