Publicidad
Publicidad

Alemania va a elecciones con la economía y la inmigración en la mira

La migración, la seguridad y la economía son los temas que han marcado la campaña electoral y que definirán quien será el próximo canciller alemán.
jue 20 febrero 2025 07:40 AM
El canciller alemán del Partido Socialdemócrata (SPD), Olaf Scholz y su rival conservador de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) Friedrich Merz son fotografiados en un estudio de WELT TV antes de un debate televisivo entre Scholz y Merz, en Berlín, Alemania, el 19 de febrero de 2025.
Si gana, puede que Merz tenga que moderar algunas de sus políticas para encontrar un socio de coalición, posiblemente los socialdemócratas de Scholz.

Alemania, la principal economía de la Unión Europea, elegirá a su próximo gobierno en las elecciones del próximo 23 de febrero, unos comicios que fueron precipitados por la caída de la coalición de gobierno entre socialdemócratas, verdes y liberales.

La inestabilidad política de este país hace complicado predecir cómo puede ser el próximo gobierno. Aunque las encuestas le dan una ventaja a la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y a su candidato a canciller, Friedrich Merz, es probable que lo haga en coalición.

Publicidad

Merz ha prometido un decidido giro a la derecha del país tras dos décadas de gobernanza de carácter centrista bajo Scholz y su predecesora Angela Merkel, cuyo legado ha sido cuestionado en los últimos meses.

Un gobierno fallido

Olaf Scholz llegó al poder después de más de 14 años de mandato de Angela Merkel. El líder del Partido Socialdemócrata (SDP) es un político convencional, quizás demasiado. La revista Der Spiegel lo califica como “la encarnación del aburrimiento en la política”,gracias a su enfoque metódico y profesional.

De cara al exterior, Scholz no es conocido por haber entablado sólidas relaciones con otros dirigentes, a diferencia del presidente francés Emmanuel Macron, aunque mantuvo un trato de afecto mutuo con el expresidente estadounidense Joe Biden.

Su discurso más destacado se produjo a principios de su mandato, hace tres años, cuando declaró que el ataque de Rusia a Ucrania era un "Zeitenwende", un tiempo de cambios, y aumentó drásticamente el gasto en defensa en 100,000 millones de euros.

Sin embargo, a pesar del firme apoyo de Alemania a Ucrania desde entonces, Scholz también reiteró su llamado la moderación, lo que le valió el apodo de "canciller de la paz”.

La guerra en Ucrania terminó por dominar su mandato, durante el cual la subida de los precios de la energía golpeó la economía, alimentando las luchas internas en su coalición con Los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP), que se derrumbó el 6 de noviembre.

Publicidad

Siefrieg Herzog, director de la Oficina Regional para América Latina de la Fundación Friedrich Naumann, ligada al FDP, indicó que la ruptura ocurrió por el manejo del gasto público y la deuda. Los liberales abogaron por un recorte en el gasto social y una baja impositiva, algo que sus entonces socios de coalición rechazaron.

“Con el cambio demográfico y el envejecimiento de la población, este este sistema no es sostenible”, dijo Herzog en entrevista con Expansión.

La semana pasada, Scholz reflexionó sobre su propio estilo de liderazgo y declaró ante el Parlamento que, "especialmente en tiempos de crisis, la prudencia, la experiencia y un rumbo claro son esenciales”.

La inmigración, uno de los temas clave

Al igual que en otras economías desarrolladas, la inmigración en Alemania se ha convertido en uno de los principales temas de estas elecciones. Algunos consideran que el aumento del número de refugiados en los últimos 10 años puede ser una de las razones del crecimiento de la extrema derecha en este país.

El tema se ha vinculado especialmente con la seguridad, especialmente tras una serie de incidentes violentos ocurridos en las últimas semanas.

La semana pasada, un inmigrante afgano arrolló con su coche a una multitud en Múnich, hiriendo a más de 30 personas, dos de las cuales murieron posteriormente. La fiscalía sospecha que estaba motivado por ideología islamista. El responsable debía haber sido deportado a Afganistán.

Publicidad

Incluso Scholz, quien suele tener una postura muy mesurada, reaccionó con firmeza al atentado y exigió saber por qué el joven permanecía en Alemania, además de no tener derecho.

“Cada semana se producen actos de violencia de este tipo en nuestro entorno”, escribió el canciller en su cuenta X, y denunció una “tolerancia malentendida” hacia los agresores “que han acudido en busca de protección”.

Herzog, de la Fundación Friedrich Naumann, señala que esto no solo es un problema de seguridad, sino económico, ya que estos migrantes cuya estatus queda en un limbo, no tienen permiso para trabajar o para obtener las calificaciones necesarias para integrarse al mercado laboral.

El tema de endurecer las fronteras alemanas no solo está en la agenda de Alternativa por Alemania (AfD), el partido de extrema derecha que está en segundo puesto, de acuerdo con los sondeos, sino también en la del CDU.

Entre las propuestas más duras de Merz figuran planes para cerrar las fronteras a los inmigrantes indocumentados, incluso si solicitan asilo —un derecho legal—, y para detener a los que están esperando a ser deportados.

¿Con quién formará gobierno?

Merz, de 69 años y exabogado de inversiones, también prometió "tolerancia cero" en materia de orden público, limitar las políticas "woke" y el lenguaje inclusivo, y estudiar el regreso a la energía nuclear, argumentando que esto atraerá a los votantes de AfD.

Pero, si gana, puede que tenga que moderar algunas de sus políticas para encontrar un socio de coalición, posiblemente los socialdemócratas de Scholz. Otra opción probable es con los verdes. Un pacto con cualquiera de estas figuras política tendería más al centro y supondría una relajación fiscal, algo que Merz puede aceptar a cambio de algunas reformar estructurales.

“Sería la mejor solución para una economía que necesita tanto recuperar la inversión pública como fortalecer los incentivos a la inversión doméstica, dado que muchas empresas alemanas disponen de ahorro, pero invierten en el extranjero”, indica Miguel Jimenez de BBVA Research en un artículo para el diario El País.

Si los liberales logran los votos necesarios para entrar al parlamento —se requiere un mínimo de 5% de los votos para entrar a la Bundestag— y son necesarios para formar una coalición, Merz tendría un menos margen a la relación fiscal, que se necesita para impulsar la demanda y financiar infraestructura, señala Jimenez.

Una Europa atenta

En un contexto de máxima tensión diplomática y comercial con Estados Unidos, país que amenaza con imponer aranceles a todas las importaciones europeas, y con una guerra por solucionar en Ucrania, las elecciones en Alemania son seguidas con atención por toda la Unión Europea.

La Unión Europea (UE), a falta de un gobierno fuerte en Francia, requiere mucho del liderazgo alemán.

“La UE se enfrenta a dificultades fiscales crecientes, fuego proteccionista amigo y una productividad renqueante que demanda más mercado único en múltiples sectores, hacer una desregulación inteligente y canalizar la innovación a aplicaciones productivas, más que proteger campeones nacionales. Ayudar a Bruselas a liderar dicha tarea no será fácil”, indica Jimenez.

Merz prometió reconstruir el papel internacional de Berlín para "una Alemania de la que podamos volver a sentirnos orgullosos”.

Este combativo orador trató de proyectar una imagen de estadista y afirmó confiar en que puede hacer frente al presidente estadounidense Donald Trump, al que calificó de "predeciblemente impredecible”.

Tags

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad