Incluso Scholz, quien suele tener una postura muy mesurada, reaccionó con firmeza al atentado y exigió saber por qué el joven permanecía en Alemania, además de no tener derecho.
“Cada semana se producen actos de violencia de este tipo en nuestro entorno”, escribió el canciller en su cuenta X, y denunció una “tolerancia malentendida” hacia los agresores “que han acudido en busca de protección”.
Herzog, de la Fundación Friedrich Naumann, señala que esto no solo es un problema de seguridad, sino económico, ya que estos migrantes cuya estatus queda en un limbo, no tienen permiso para trabajar o para obtener las calificaciones necesarias para integrarse al mercado laboral.
El tema de endurecer las fronteras alemanas no solo está en la agenda de Alternativa por Alemania (AfD), el partido de extrema derecha que está en segundo puesto, de acuerdo con los sondeos, sino también en la del CDU.
Entre las propuestas más duras de Merz figuran planes para cerrar las fronteras a los inmigrantes indocumentados, incluso si solicitan asilo —un derecho legal—, y para detener a los que están esperando a ser deportados.
¿Con quién formará gobierno?
Merz, de 69 años y exabogado de inversiones, también prometió "tolerancia cero" en materia de orden público, limitar las políticas "woke" y el lenguaje inclusivo, y estudiar el regreso a la energía nuclear, argumentando que esto atraerá a los votantes de AfD.
Pero, si gana, puede que tenga que moderar algunas de sus políticas para encontrar un socio de coalición, posiblemente los socialdemócratas de Scholz. Otra opción probable es con los verdes. Un pacto con cualquiera de estas figuras política tendería más al centro y supondría una relajación fiscal, algo que Merz puede aceptar a cambio de algunas reformar estructurales.