De los 251 rehenes secuestrados por los milicianos palestinos durante el ataque del 7 de octubre, 58 permanecen en Gaza.
La primera etapa, que duró seis semanas, permitió también la entrada en Gaza de alimentos y asistencia médica, aunque Israel la ha vuelto a bloquear.
Hamás, que gobierna Gaza, pide negociaciones inmediatas sobre la segunda fase del alto el fuego, que debería conducir a un fin definitivo de la guerra.
Sus principales demandas para esta segunda fase incluyen una retirada total de Israel de Gaza, el fin del bloqueo israelí, la reconstrucción del territorio palestino y apoyo financiero, dijo Mardawi.
Israel, sin embargo, prefiere una prórroga hasta mediados de abril de la primera fase. Desde entonces decidió cortar de nuevo la entrada de ayuda al territorio.
La guerra en Gaza desplazó a casi toda la población de Gaza y sumió la franja en una crisis humanitaria.
"Hasta la fecha, solo se ha permitido la entrada del 10% de los suministros médicos necesarios, exacerbando la crisis", lamentó el portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Jalil al Dakran.
Una viuda palestina desplazada, Haneen al Dura, dijo a AFP que ella y sus hijos pasaron semanas viviendo en la calle "entre perros y ratas" antes de recibir una tienda donde vivir.
Bombardeos en el norte de Gaza
Pese al fin de la fase inicial de la tregua, ambas partes han evitado volver a una guerra total aunque hubo episodios esporádicos de violencia.