Durante la primera, que estuvo al borde del colapso varias veces, Hamás liberó a 25 rehenes y devolvió los cadáveres de otros ocho a Israel, a cambio de la excarcelación de unos 1.800 presos palestinos.
De los 251 rehenes llevados a Gaza durante el ataque del 7 de octubre, 58 siguen retenidos allí, 34 de los cuales estarían muertos, según el ejército israelí.
"Plena implementación"
La segunda fase, por ahora hipotética, prevé la liberación de los rehenes que quedan en Gaza, a cambio de varios cientos de presos palestinos, la retirada de las tropas israelíes y el fin definitivo de la guerra.
La última etapa debe centrarse en la reconstrucción del territorio palestino.
El acuerdo inicial incluye una cláusula que prolonga automáticamente la primera fase mientras se negocia la segunda.
Israel exige que la Franja sea desmilitarizada y Hamás eliminado. El movimiento islamista insiste, no obstante, en quedarse.
Egipto pidió la "plena implementación" del acuerdo. El lunes está prevista una reunión ministerial árabe en El Cairo, seguida de una cumbre árabe sobre Gaza.
El ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 resultó en la muerte de 1,218 personas del lado israelí, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP de datos oficiales.
La campaña militar de represalia de Israel en Gaza dejó más de 48,000 muertos, según los datos del Ministerio de Salud del enclave, que la ONU considera fiables, y sumió a sus 2.4 millones de habitantes en una situación humanitaria desastrosa.