La imagen muestra al jesuita argentino sentado y un poco cabizbajo ante el altar de su capilla privada. El pontífice de 88 años aparece solo y sin portar una cánula nasal de alto flujo, que usa durante el día en el hospital para ayudarle a respirar.
Hasta ahora, el único mensaje directo de Francisco, que todavía no ha aparecido en público, fue un corto audio difundido el 6 de marzo en el que, con voz cansada y respiración entrecortada, daba las "gracias" a los fieles por sus oraciones.
"Estoy atravesando un momento de prueba", escribió este domingo Francisco en su tradicional mensaje del Ángelus, que por quinta semana consecutiva envió por escrito al no poder pronunciarlo en público. "Nuestro físico está débil, pero, incluso así, nada puede impedirnos amar, rezar", agregó.
El último parte médico, difundido el sábado por la noche por la Santa Sede, indicó que su estado de salud se mantenía "estable", pero que necesitaba aún continuar con su terapia en el hospital pese a su "mejora gradual".
Como muestra de esta mejoría, Jorge Bergoglio reduce "progresivamente" el uso de una mascarilla de oxígeno por la noche, en beneficio de una cánula nasal de alto flujo, que ya usa de día y que obliga a los pulmones a estar más activos.
Desde su última fuerte recaída, registrada el 3 de marzo, su estado mejoró gradualmente y el lunes su pronóstico dejó de ser reservado, pero los médicos todavía no se pronunciaron sobre una fecha de alta. El Vaticano apunta a una recuperación lenta.