La solicitud mexicana no estaba incluida dentro de las disposiciones del tratado de 1944, que regula el uso compartido del agua entre ambos países. Este tratado establece que México debe entregar agua a su vecinos del norte desde dos presas ubicadas en la frontera con Texas, y que la entrega debe cumplirse en ciclos de cinco años.
El Departamento de Estado señaló que los incumplimientos reiterados en estas entregas afectan directamente al sector agrícola estadounidense. “Los incumplimientos continuos de México en sus entregas de agua, conforme al tratado de 1944, están diezmando la agricultura estadounidense, particularmente a los agricultores del valle del Río Grande”, publicó la dependencia en su cuenta oficial de 𝕏.
La solicitud tenía como fin establecer un canal de entrega extraordinario para abastecer a Tijuana, una ciudad que depende parcialmente del agua del río Colorado. Aunque no se trataba de una obligación establecida por el tratado, México había solicitado este mecanismo adicional para atender la demanda local.
Horas antes del anuncio del Departamento de Estado, la presidenta Claudia Sheinbaum se refirió que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y a la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), encargadas de gestionar el acuerdo bilateral, estaban atendiendo la solicitud.