Hamás no confirma ni desmiente las informaciones. El ministerio de Defensa israelí no hizo comentarios de inmediato.
Los médicos de Gaza afirmaron que, en contra de lo que se había informado anteriormente, Zakaria Al-Sinwar, profesor de historia en una universidad de Gaza y hermano de los líderes actuales y anteriores de Hamás, estaba vivo pero en estado crítico.
Antes de que los médicos se dieran cuenta de que aún respiraba, lo habían llevado al depósito de cadáveres junto con sus tres hijos.
"Los hospitales están desbordados por el creciente número de víctimas, muchas de las cuales son niños", declaró el portavoz del ministerio de Sanidad gazatí.
En Israel, Einav Zangauker, madre del rehén de Hamás Matan Zangauker, dijo que Netanyahu se negaba a poner fin a la guerra a cambio de los rehenes debido a sus intereses políticos.
"El gobierno israelí sigue insistiendo en llegar a acuerdos parciales. Nos están atormentando deliberadamente. ¡Que nos devuelvan ya a nuestros hijos! Los 58", dijo Zangauker en una publicación en las redes sociales.
Tiendas incendiadas
Uno de los ataques nocturnos de Israel alcanzó un campamento de tiendas de campaña que albergaba a familias desplazadas en Jan Yunis, en el sur de Gaza, lo que mató a mujeres y niños, hirió a decenas de personas e incendió tiendas de campaña, informaron los médicos.
Más tarde, el domingo, el ministerio de Sanidad de Gaza declaró que el Hospital Indonesio, una de las mayores instalaciones médicas parcialmente operativas del norte de Gaza, dejó de funcionar debido al fuego israelí.
El ejército israelí declaró que sus tropas atacaban "infraestructuras terroristas" en el norte de Gaza, incluida la zona adyacente al hospital.
El sistema sanitario de Gaza apenas funciona y el bloqueo de la ayuda agrava sus dificultades. Israel culpa a Hamás de robar la ayuda, lo que la organización niega.
El personal del hospital de Shifa, el mayor de Gaza, dijo haber recibido 40 muertos y decenas de heridos durante la noche e instó a la población a donar sangre.
El Servicio Civil de Emergencias palestino declaró que el 75% de sus ambulancias no podían funcionar debido a la escasez de combustible. Advirtió de que, en un plazo de 72 horas, todos los vehículos podrían dejar de funcionar.