Israel bombardeó objetivos nucleares en Irán el jueves e Irán disparó misiles y drones contra Israel tras atacar un hospital israelí durante la noche, mientras se intensificaba la guerra aérea que ya se prolonga por una semana y ninguna de las partes mostraba indicios de una estrategia de salida.
Leavitt dijo que Trump había sido informado sobre la operación israelí el jueves y que Irán enfrentaría graves consecuencias si no accedía a detener su iniciativa para tener un arma nuclear.
Irán ha estado sopesando opciones más amplias para responder al mayor desafío de seguridad desde su revolución de 1979.
Trump ha mantenido al mundo en vilo sobre la posible participación de Estados Unidos en la guerra, oscilando entre proponer una solución diplomática rápida y sugerir que el país podría unirse a la lucha.
El miércoles, afirmó que nadie sabía qué haría. Un día antes, reflexionó en redes sociales sobre la posibilidad de matar al líder supremo iraní, Alí Jamenei, y luego exigió la rendición incondicional de Irán.
Tres diplomáticos dijeron a Reuters que el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, han hablado por teléfono varias veces desde que Israel inició sus ataques la semana pasada.
Estados Unidos es el único país que posee la bomba GBU-57, con capacidad de destruir las instalaciones subterráneas -a decenas de metros de profundidad- de la planta de enriquecimiento de uranio en Fordo, una de las infraestructuras cruciales del programa nuclear iraní.
Numerosas figuras pro-Trump del movimiento ultraconservador "MAGA", incluido el exasesor de Trump, Steve Bannon, y el expresentador de Fox News, Tucker Carlson, expresaron su férrea oposición a una intervención estadounidense directa.
Con información de AFP y Reuters