"Por supuesto, Israel está atacando misiles balísticos e instalaciones militares relacionadas, pero también están atacando a los líderes y a símbolos del régimen" como la televisión pública, dijo a la AFP.
"Si el régimen cayera, la esperanza sería un gobierno liberal y democrático (...) Sin embargo, existe una gran probabilidad de que otras entidades poderosas como los Guardianes de la Revolución surjan como reemplazo", añadió.
Sin alternativa democrática
Reza Pahlavi, hijo de Mohamad Reza Pahlavi, el derrocado sah de Persia, es una de las principales figuras de la oposición y asegura que la República Islámica está "al borde del colapso" y afirma que Jamenei está escondido como una "rata asustada".
Pahlavi, que vive en Estados Unidos, quiere restablecer la buena relación que existía entre su difunto padre e Israel, pero no tiene un apoyo mayoritario dentro de Irán o entre los exiliados.
El nacionalismo de sus partidarios y sus vínculos con Israel son controvertidos, igual que su negativa a condenar los ataques aéreos israelíes contra Irán.
Otro grupo de oposición es la llamada Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán (OMPI), cuya líder Mariam Rajavi aseguró el miércoles en el Parlamento Europeo que "el pueblo de Irán quiere derrocar este régimen".
Sin embargo, la OMPI no tiene el respaldo de otros grupos en la oposición y algunos iraníes miran con recelo su apoyo a Sadam Husein en la época de la guerra Irán-Irak.
"En caso de un colapso no existe una alternativa democrática organizada", aseguró Thomas Juneau, profesor de la Universidad de Ottawa.
"La única alternativa, y es uno de los escenarios preocupantes, es un golpe de Estado de la Guardianes de la Revolución, es decir, pasar de una teocracia a una dictadura militar", apunta el experto.
Los analistas también advierten de la compleja composición étnica de Irán, con minorías kurdas, árabes, baluchíes y túrquicos que coexisten junto a la población persa.