Ramírez puso como ejemplo los casos de los migrantes detenidos en Aligátor Alcatraz, un centro de detención en Florida, y en el CECOT, una prisión de máxima seguridad en El Salvador, a donde el gobiernos estadounidense envío a más de 200 migrantes sin comunicarse con sus familias.
Carmen Pérez-Jordan, quien preside la organización Gathering for Justice, explicó que también es complicado saber a ciencia cierta cuántos mexicanos o latinos están en centros de detención de ICE, ya que no un registro adecuado de estos.
El problema, señalan las organizaciones, no solo son las detenciones, si no el clima de miedo que provocan en las comunidades de migrantes mexicanos.
“Estas detenciones están creando un miedo increíble en las comunidades. Es como el principio de la pandemia, entonces nos decía ‘quédese en casa’. En este momento, muchas personas no salen a hacer sus compras”, indicó María Pesqueira, presidenta de Healthy Communities Foundation, quien también denunció que los centros de detención no cuentas con las condiciones sanitarias necesarias.
Cambio de narrativa
A lo largo de su carrera política, Donald Trump ha acusado a los inmigrantes indocumentados de muchos de los problemas de Estados Unidos, como la inseguridad y la pérdida de empleos de muchos estadounidenses.
“La antimexicanidad ha tomado un rol central en Estados Unidos”, dijo Héctor Sánchez Barba, presidente de Mi Familia Vota, una organización dedicada a impulsar la participación de los mexicanos y latinos con derecho al voto en las elecciones en Estados Unidos.