Israel reduce ofensivas pero mantiene la advertencia
Tras la respuesta de Hamás, la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu señaló que Israel se preparaba para la “implementación inmediata” del plan de Trump y que el ejército reduciría la actividad ofensiva en Gaza.
Sin embargo, las Fuerzas de Defensa israelíes advirtieron a los civiles que Gaza “sigue siendo una zona de combate peligrosa” y pidieron evitar desplazamientos hacia el norte del enclave.
Medios locales reportaron que los bombardeos continuaron con menor intensidad, en un momento en que Trump aseguró que “Hamás estaba preparado para la paz”. Según el Ministerio de Salud de Gaza, 66 palestinos murieron en las últimas 24 horas.
Presión política y apoyo internacional
El plan de Trump recibió apoyo desde Europa, Asia y Oceanía. “El fin de esta terrible guerra está al alcance de la mano”, dijo el primer ministro holandés Dick Schoof.
En Israel, Netanyahu enfrenta demandas contradictorias: las familias de rehenes y una población exhausta exigen el fin del conflicto, mientras que los sectores más duros de su coalición piden mantener la ofensiva. “Lo importante es que Netanyahu no sabotee esto, porque ahora que Hamás aceptó, Netanyahu no estará de acuerdo, como suele hacer”, dijo Jamal Shihada, residente en Jerusalén.
Trump advirtió a Hamás que debía aceptar su propuesta antes del domingo o enfrentarse a consecuencias políticas.
El saldo y la expectativa
El conflicto, que comenzó con el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, dejó 1,200 muertos y 251 rehenes israelíes. Israel calcula que 48 personas siguen cautivas y 20 estarían vivas.
La ofensiva israelí, en respuesta, suma más de 67,000 muertes en Gaza, de acuerdo con las autoridades locales. “Es hora de poner fin a esta horrible guerra y devolver a casa a todos y cada uno de los rehenes”, dijo Efrat Machikawa, miembro del foro de familias de rehenes. “Estamos hartos de la guerra. No queremos venganza. Queremos concentrarnos en la vida”.
Mientras los enviados estadounidenses llegan a Egipto y las delegaciones se preparan para el diálogo del domingo, el mundo observa si esta vez las negociaciones logran detener un ataque que, en dos años, ha dejado la franja en ruinas.