Los mensajes también mostraban que Trump desaprobaba su comportamiento y obligó a Epstein a abandonar su club social Mar-a-Lago en Florida.
Trump ha negado repetidamente cualquier conocimiento de los presuntos abusos y tráfico sexual de niñas menores de edad por parte de Epstein.
En general, la unidad republicana no se ha mantenido en torno al asunto Epstein, y los demócratas aún han conseguido causar problemas a Trump.
El mismo día de la reapertura del gobierno, una petición apoyada por todos los demócratas de la Cámara de Representantes y cuatro republicanos consiguió la última firma necesaria para la votación de un proyecto de ley para obligar al Departamento de Justicia a divulgar todos los archivos relacionados con Epstein.
Los asesores de alto nivel de Trump no lograron convencer a la representante Lauren Boebert de que retirara su nombre de la petición sobre Epstein, llegando incluso a reunirse con ella en la Sala de Situaciones, un espacio de la Casa Blanca que suele utilizarse para asuntos urgentes de seguridad nacional.
La representante republicana Nancy Mace, otra leal a Trump, tampoco cedió en su apoyo a la petición. Una fuente familiarizada con la situación que habló bajo condición de anonimato dijo que cuando Mace y Trump no pudieron conectar por teléfono, ella escribió un mensaje al presidente en el que hacía referencia a su experiencia como superviviente de una agresión sexual.
Tras días declinando las preguntas de los periodistas, Trump rompió su silencio el viernes por la noche, lamentando cómo el asunto Epstein le había distraído de sus logros.
"Cuando se habla del asunto de Epstein, lo que ocurre es que no se habla de lo bien que lo hemos hecho", dijo Trump a los periodistas a bordo del Air Force One. "Quieren hacer perder el tiempo a la gente, y eso les gusta a algunos de los republicanos más tontos".