“[Los grupos criminales mexicanos] empezaron a buscar líderes [locales] de organizaciones fuertes y a duplicar la logística. Ingresó tanta arma y dinero del narco que el joven empezó a enamorarse”, dijo un exintegrante de un grupo criminal al Crisis Group.
El crimen organizado en Ecuador actualmente está dominado por dos grupos: Los Choneros y Los Lobos.
Los primeros controlaban el narcotráfico nacional hasta 2020 y tienen una fuerte influencia en el sistema penitenciario de Ecuador. Los Lobos son ahora la organización criminal más grande de Ecuador, con una presencia que se extiende por la sierra y la Amazonía, así como por las penitenciarías del país.
Los Choneros surgieron en la década de 1990 en la ciudad de Chone, en la provincia de Manabí, bajo el liderazgo de Jorge Bismark Véliz España, alias Teniente España. El grupo ingresó en el narcotráfico ofreciendo servicios de protección y apoyo logístico a organizaciones colombianas.
Cuando los carteles mexicanos con sede en el estado de Sinaloa intentaron fortalecer sus operaciones en Suramérica y romper el dominio de larga data de las redes de narcotráfico colombianas, los grupos ecuatorianos se convirtieron en importantes socios, almacenando drogas y gestionando las exportaciones.
El control duró poco tras el asesinato de su líder Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, en 2020. Sin su jefe, la frágil cohesión del grupo se desmoronó, lo que desencadenó una feroz disputa territorial en las calles y dentro de las prisiones.
Fue entonces cuando surgieron Los Lobos, un grupo que se escindió de Los Choneros. En los últimos años, han prestado apoyo logístico y de seguridad al Cartel de Jalisco Nueva Generación de México, mientras intentan obtener ganancias más allá del narcotráfico, incluida la minería ilegal de oro, un mercado que ahora dominan.
Los Choneros y Los Lobos, así como sus líderes, están sujetos a sanciones estadounidenses y han sido designados como Organizaciones Terroristas Extranjeras.