Estados Unidos impuso sanciones a Tabtabai en 2016, identificándolo como un líder clave de Hezbolá y ofreciendo una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información sobre su paradero.
El comunicado militar israelí dijo que Tabtabai "comandaba la mayoría de las unidades de Hezbolá y trabajó duro para restaurarlas y prepararlas para la guerra contra Israel".
Una semana antes de la visita de León XIV
El ataque es el quinto contra este bastión de Hezbolá en la capital libanesa desde el alto el fuego acordado entre Israel y el movimiento islamista en noviembre de 2024.
Tras el ataque, el presidente libanés, Joseph Aoun, instó a la comunidad internacional a intervenir para detener los ataques israelíes.
El ataque se produjo una semana antes de que el papa León aterrice en Líbano en su primer viaje al extranjero, y muchos libaneses esperaban que la visita pudiera ser una señal de que el país se encamina hacia tiempos mejores.
El alto el fuego de noviembre de 2024 debía poner fin a un año de enfrentamientos entre Hezbolá y el ejército israelí, desencadenados por el lanzamiento de proyectiles por parte de Hezbolá contra puestos israelíes un día después del ataque del 7 de octubre de 2023 de su aliado palestino Hamás.
Sin embargo, desde la tregua, Israel ha seguido atacando Líbano casi a diario, golpeando lo que dice que son depósitos de armas de Hezbolá, combatientes y esfuerzos del grupo por reconstruirse. Estos ataques se han intensificado en las últimas semanas.
"No permitiremos que Hezbolá, la organización terrorista, recupere su fuerza y amenace a Israel desde ningún lugar de Líbano", declaró a la prensa el portavoz del gobierno israelí, Shosh Bedrosian, tras el ataque.
Preguntado sobre si Israel avisó a Estados Unidos antes de llevar a cabo el ataque, Bedrosian dijo que Israel toma las decisiones de forma independiente.