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Trump sabotea la mejor herramienta para reducir las muertes por sobredosis

Las muertes por sobredosis por fentanilo disminuyeron en 2024, principalmente, gracias a una mayor disponibilidad de medicamentos de rescate como el naloxona, que está ahora en riesgo.
mar 16 diciembre 2025 02:16 PM
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, entrega monedas de desafío a los destinatarios de la Medalla de Defensa Fronteriza Mexicana durante una ceremonia en la Oficina Oval de la Casa Blanca el 15 de diciembre de 2025 en Washington, DC.
"Ninguna bomba causa el daño que esto está haciendo: entre 200,000 y 300,000 personas mueren cada año, que sepamos", aseguró Trump durante un evento en el Despacho Oval. (FOTO: Anna Moneymaker/Getty Images)

Donald Trump ha hecho de la lucha contra el narcotráfico en Latinoamérica una de las principales políticas. La justificación es el gran número de muertes que el consumo de drogas, principalmente fentanilo, provoca. Sin embargo, su gobierno podría sabotear la medida más efectiva para reducir el número de muertes por esta causa.

El presidente estadounidense firmó este lunes un decreto que clasifica el fentanilo, un potente opioide que ha causado una crisis sanitaria en Estados Unidos, como un "arma de destrucción masiva”.

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Esta denominación podría reforzar el arsenal que el gobierno Trump utiliza para su campaña contra el narcotráfico, que hasta el momento se centra en ataques contra presuntas narcolanchas en el Caribe.

"Ninguna bomba causa el daño que esto está haciendo: entre 200,000 y 300,000 personas mueren cada año, que sepamos", aseguró Trump durante un evento en el Despacho Oval.

Sin embargo, el número de muertes relacionadas con el consumo de esta sustancia es mucho mejor de lo que señala el presidente, de acuerdo con los propios datos oficiales del gobierno estadounidense.

Menos muertes por sobredosis en 2024

En 2024 se calcularon 80,391 muertes por sobredosis, un descenso de 26.9% en comparación con las 110,037 muertes estimadas en 2023, como muestran las cifras del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de los CDC.

Los CDC señalan que el número anual de muertes por sobredosis alcanzó su nivel más bajo desde 2019. En casi todos los estados hubo descensos. Los más marcados fueron Luisiana, Michigan, Nueva Hampshire, Ohio, Virginia, Virginia Occidental, Wisconsin y Washington D.C.

Estos datos muestran que las muertes por sobredosis causadas por opioides sintéticos, especialmente fentanilo, pasaron de 76,282 en 2023 a 48,422 en 2024, detallan cifras actualizadas hasta mayo de 2025.

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Además de la disminución de los decesos vinculados al consumo de sustancia, las autoridades sanitarias reportan que hay una baja de aquellos por sobredosis no fatales.

Sin embargo, el problema de salud pública aún es preocupante para Estados Unidos. Tres de cada 10 adultos estadounidenses reportaban que un miembro de su familia experimentó una adicción a opioides, de acuerdo con una encuesta de 2023 de KFF, una organización dedicada a la investigación de temas de salud pública en Estados Unidos.

¿Por qué disminuyen las muertes por sobredosis en EU?

Los CDC explican que la disminución de muertes por sobredosis, especialmente las relacionadas con el fentanilo, se debe, en gran medida, a intervenciones de salud pública.

Una de esas razones es la mayor disponibilidad de la naxalona, un medicamento que puede revertir las sobredosis. También se ha aumentado el uso de medicamentos para el tratamiento del trastorno por uso de opioides, como la metadona y la buprenofina.

“Estos medicamentos son baratos y fáciles de distribuir. Las personas que los toman usan drogas ilícitas a tasas mucho más bajas, y tienen un riesgo mucho menor de sobredosis o muerte”, indica un reportaje de STAT, un medio especializado en salud pública.

Los medicamentos ayudan a disminuir los síntomas de abstinencia que resultan de tratar de dejar los opioides "de golpe", por lo que pueden ayudar a las personas adictas a los opioides a escapar de la dependencia.

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“El presidente Trump declaró por primera vez que la sobredosis de opioides era una emergencia de salud pública en 2017, una designación que permanece vigente, y las posteriores inversiones de salud pública al Congreso y a los CDC han transformado la capacidad de la nación para usar los datos para salvar vidas”, señalan los CDC en un comunicado.

Medidas en riesgo

A pesar de haber mostrado su eficacia para prevenir las muertes por sobredosis, el acceso a estos medicamentos en Estados Unidos se encuentra bajo amenaza. La administración estadounidense actual y el Congreso han recortado drásticamente la financiación de medidas de salud como estas.

El 4 de julio, el presidente Trump firmó en ley un paquete de conciliación presupuestaria que llamó “Un proyecto de ley grande y hermoso", el cual hizo importantes reducciones en el gasto federal en atención médica para compensar parte de los costos de extender los recortes de impuestos que expiraban este año.

Este paquete presupuestal reducirá el gasto federal en Medicaid para la próxima década en 911,000 millones de dólares, indican estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Estos recortes dañarán a la lucha contra las sobredosis.

Medicaid proporcionó cobertura a casi la mitad (47%) de todos los adultos no mayores con trastorno por consumo de opioides en 2023, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud (NSDUH).

Los datos de NSDUH a nivel estatal de 2021-2022 muestran que las tasas de cobertura de Medicaid son incluso más altas entre los adultos con trastorno por consumo de opioides en los estados que ampliaron Medicaid bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare.

En los últimos años, los programas estatales de Medicaid también ampliaron el acceso al tratamiento para el trastorno por consumo de opioides y a los medicamentos, que reducen el riesgo de muerte por sobredosis.

Para cumplir con los recortes presupuestarios federales requeridos, la ley propone una serie de disposiciones que podrían afectar la elegibilidad de Medicaid y la estabilidad de la cobertura para adultos con este trastorno, incluidos los requisitos de trabajo y el aumento de las determinaciones de elegibilidad.

“Tales cambios contribuirían a las reducciones en la inscripción en Medicaid y a los aumentos en los no asegurados y se producirían en un momento tenue para la epidemia de opioides, ya que las muertes han comenzado a disminuir, pero el progreso futuro no es seguro”, indica un análisis de KFF.

Aunque las medidas de salud han mostrado su efectividad, el gobierno de Donald Trump aún centra su estrategia contra la crisis de fentanilo en la acción letal contra grupos criminales. Organizaciones como la Oficina en Washington de Asuntos Latinoamericanos (WOLA) sugiere replantar la política estadounidenses en la materia.

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