Reenfocar los programas para prevenir la violencia, “lo más efectivo”: BM
Expertos del Banco Mundial (BM) plantearon aprovechar los programas públicos con los que cuentan los países en ámbitos como educación y combate a la pobreza para reenfocarlos a la prevención de la violencia, como la manera más efectiva de invertir en esta materia.
El informe Fin a la violencia en América Latina señala que el éxito de una estrategia de prevención de la delincuencia sería mayor al explotar las políticas existentes a través de un enfoque integral, en comparación con la simple suma de esfuerzos individuales. El reporte advierte que esto presenta un desafío para los gobiernos, en términos de coordinación entre dependencias.
“Puede que los actuales programas sociales y educativos ya incluyan características de tipo preventivas ante el delito; es por ello que podrían alcanzarse importantes logros identificando, rediseñando cuando sea necesario y aprovechando adecuadamente las políticas existentes, con un enfoque más deliberado en la prevención del delito y la violencia”, indica el documento, que destaca el reto de contar con el capital humano necesario para llevar a cabo este tipo de rediseños.
Laura Chioda, economista del BM y autora del estudio, explicó que este enfoque integral se refiere a orientar la visión de las políticas públicas, y no a establecer una estrategia nacional , debido a que esto implicaría intervenciones demasiado complicadas expuestas a riesgos ante restricciones financieras.
“Hay que rediseñar o repensar la mayoría de las políticas existentes (...) La prevención es posible y eficaz en función de costos, la mayoría de las intervenciones son relativamente de bajo costo”, dijo este martes durante la presentación del informe .
Para este año, el gobierno de México omitió incluir recursos para el subsidio que entregaba a gobiernos locales en el marco del Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, aunque creó una Comisión Intersecretarial para enfocar los recursos y esfuerzos de nueve dependencias federales en este objetivo.
El estudio pone de ejemplo la modernización de infraestructura para promover la cohesión social de las comunidades y minimizar la marginalización, así como la orientación de los esfuerzos de capacitación vocacional para jóvenes en riesgo, y ampliarla con habilidades socioemocionales.
Daniel Lederman, economista principal para América Latina y el Caribe del BM, añadió que otra buena práctica sería la capacitación para adultos que no hayan tenido oportunidad de estudiar, en materia de destrezas cognitivas útiles para el mercado laboral actual.
“Son formas muy benéficas en función de los costos, que tiene buenos efectos en cualquier sociedad y que nos brindan una esperanza, sin romperle los bolsillos a nadie ni las arcas del Estado (...) La prevención es lo más efectivo, en función de sus costos, de atacar el problema de raíz, y dar frutos a largo plazo a nivel local y global”, insistió el especialista durante el acto, realizado en el think tank Centro Woodrow Wilson, de Washington, DC.
Eric Olson, director asociado del Programa para América Latina del centro, resaltó la importancia de que los gobiernos focalicen las acciones en las zonas con problemas de violencia, al comentar que entre mejor se entienda el carácter específico de esta problemática en determinado lugar, mejor se puede adecuar la respuesta.
“Los encargados de política y los que toman las decisiones se enfocan más en el problema de la inseguridad y la violencia a través de los años, pero muy a nivel macro. Ha habido reformas a nivel sectorial y nacional —no digo que es malo—, pero cada vez aprendemos más que existe una combinación única de factores que determinan y causan la violencia en ciertos sitios”, abundó el experto.
