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OPINIÓN: Nuevo acuerdo comercial no resuelve la debilidad crónica de la economía

Para que la economía mexicana pueda crecer más, se necesita aumentar la verdadera fuente del crecimiento: la acumulación de capital, a través de la aceleración de la inversión, opina Alfredo Coutiño.
mar 02 octubre 2018 08:57 AM

Nota del editor: Alfredo Coutiño es director para América Latina en Moody’s Analytics. Las opiniones en esta columna son de la exclusiva responsabilidad del autor y de ninguna manera deben ser atribuidas a la institución para la cual trabaja.

(Expansión) — El último día de septiembre Canadá logró destrabar las negociaciones comerciales con Estados Unidos, y unirse a un acuerdo tripartita con México para reemplazar al vilependiado TLCAN. Canadá logró lo que México no pudo: restablecer el mecanismo de solución de controversias, aunque tuvo que ceder en la apertura de su sector de lácteos. El acuerdo es positivo para los tres países, pero el ganador es definitivamente Estados Unidos, que logró imponer aquellas demandas que le pueden permitir reducir su déficit comercial con el resto de norteamérica.

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Los mercados financieros en los tres países respondieron positivamente a la noticia del acuerdo trilateral, aunque al final la ganancia se redujo conforme la noticia era digerida por los participantes y se tomaba conciencia de que el nuevo acuerdo no representa cambios importantes con respecto al viejo acuerdo. Los mercados terminaron en terreno positivo pero con una ganancia marginal.

El acuerdo es definitvamente positivo para México, porque remueve un factor de incertidumbre y riesgo que ya había afectado a la economía y que podía distraer esfuerzos y atención del nuevo gobierno Lopezobradorista. En términos de ganancia para la economía, no se alcanza a ver que el nuevo acuerdo pueda ser un factor detonante de un mayor crecimiento e inversiones. El beneficio para México radica en que es mejor tener un acuerdo que no tener uno. Definitivamente, al país le iría bastante mal en ausencia de un acuerdo comercial bilateral o trilateral con norteamérica.

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Sin menoscabo de los esfuerzos del equipo negociador y su persistencia por lograr un acuerdo, los mercados ya han dado muestras de que el nuevo acuerdo solo pone a la economía mexicana de regreso a la situación en que se encontraba hace dos años. Ciertamente, justo antes de que Trump empezara a convertirse en una amenaza para la economía mexicana, allá por junio del 2016, la economía se encontraba limitada por sus obstáculos estructurales derivados de la anémica inversión productiva.

En ese entonces, la paridad cambiaria se movía alrededor de los 18.60 pesos por dólar, después de la corrección forzada por los mercados ante la insistencia del Banco de México de mantener la tasa de interés sin cambio. Así, en febrero del 2016 el banco central fue obligado a subir la tasa de manera abrupta y fuera de calendario. Después de ello, el peso empezó a bailar al ritmo que le tocaran las amenazas trumpistas contra el comercio, las inversiones y la inmigración.

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A pesar de la euforia inicial mostrada por los mercados financieros al amanecer del día siguiente a la noticia del acuerdo (domingo 30 de septiembre), el peso se apreció hasta un nivel de 18.50 por dólar desde un 18.70 al cierre de la jornada previa. Con el paso de la mañana la paridad terminó por arriba de los 18.60, un nivel similar al de junio de 2016: un regreso a la época pre-Trump. El mercado bursátil también terminó en terreno positivo, pero mayormente siguiendo las ganacias en Wall Street.

Durante los últimos dos años, la economía mexicana se vió afectada por las amenazas trumpistas contra el país, de tal forma que algunas inversiones de corporaciones estadounidenses se cancelaron y algunas decisiones de inversión se pospusieron. Esto tambén generó cautela en decisiones de consumo de algunas familias ante la incertidumbre con respecto a sus fuentes de trabajo en el país, sobre todo en empresas altamente enfocadas al comercio exterior. Así, mientras en el 2015 y 2016 la economía creció a una tasa promedio superior a 3%, en el 2017 y 2018 solo lo ha hecho a un promedio de 2%, menor al crecimiento potencial de 2.5%.

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Con el acuerdo comercial resuelto, la economía funcionará con un factor de riesgo menos, pero aún con una limitada capacidad productiva que no va mas allá de un crecimiento anual de 2.5%. Por lo que al regresar la economía a su situación pre-trump, es de esperarse que el crecimiento pueda alcanzar 2.5% más allá del 2019. El acuerdo comercial remueve un factor de incertidumbre y riesgo, pero no resuelve la debilidad crónica de la economía.

Para que la economía pueda crecer más, se necesita aumentar la verdadera fuente del crecimiento económico: la acumulación de capital, a través de la aceleración de la inversión. Pero esta no se ve que pueda aumentar como resultado directo del nuevo acuerdo comercial. Bajo la lógica de Trump, el acuerdo no se renegoció para que las empresa estadounidenses aumentan sus inversiones en México, sino todo lo contrario, para que regresen a invertir en Estados Unidos y devuelvan parte de los trabajos que se llevaron a México. En este sentido, pensar que el nuevo acuerdo es un nuevo detonador de crecimiento e inversiones es más ilusión que realidad.

Por lo tanto, es ingenuo pensar que la economía mexicana ya entró en un nuevo ciclo de crecimiento como resultado del nuevo acuerdo comercial. El nuevo gobierno Lopezobradorista aún enfrenta el gran reto de acelerar la acumulación de capital a través de mayores volúmenes de inversión productiva, a fin de sacar a la economía de su prolongada anemia crónica.

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El acuerdo comercial ayuda a mejorar el camino para la economía al librarla de los baches, pero no le resuelve su debilidad crónica, porque el carro de la economía sigue siendo el mismo. Para que la economía corra a mayor velocidad, se necesita que tanto gobierno como sector privado mejoren el carro económico: cambio de motor por uno con mayor velocidad. Y esto no se logra ni con buenos deseos ni por decreto, sino con acciones de mediano y largo plazo.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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