OPINIÓN: Los ganadores y los perdedores de los Juegos Olímpicos de #Río2016
Nota del editor: Samuel Chi es editor cofundador de RealClearWorld y jefe de redacción de RealClearSports. Lo puedes seguir en @ThePlayoffGuru . Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor.
(CNN) – Los Juegos Olímpicos de Río terminaron, quizás con un suspiro más de alivio que de alegría pura. Los temores previos a los Juegos de errores de seguridad, aguas llenas de excrementos, la propagación del virus del Zika y la infraestructura sin terminar no se materializaron por completo. El mayor escándalo de los 17 días resultó ser una exageración/distorsión/mentira acerca de un presunto robo a mano armada de un atleta olímpico condecorado.
Pero los Juegos de Río también estuvieron lejos de ser un éxito rotundo. Su legado apenas comienza a formarse ahora que la llama olímpica se ha extinguido. Y, como sucede con cualquier competencia atlética, hay ganadores y perdedores tanto dentro como fuera del campo.
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Ganador:
Gran Bretaña. Hace mucho que el sol se puso sobre el Imperio en 1996, cuando un equipo de Gran Bretaña recogió 15 inconexas medallas (con solo una de oro), que le sirvieron para ubicarse en el sitio 36 en la tabla de posiciones. Pero gracias a un renovado énfasis en los deportes —financiados por la lotería nacional del país— y alentados por el éxito en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, los británicos son de nuevo una superpotencia olímpica.
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El equipo de Gran Bretaña se fue de Río con 67 medallas —dos más de las que ganaron en su tierra natal hace cuatro años— y superó a China al obtener el segundo lugar con 27 medallas de oro. Y su cosecha provino de 19 deportes distintos, más notablemente, con un segundo doble-oro consecutivo de Mo Farah en los 5,000 y 10,000 metros planos; seis medallas de oro en ciclismo y los triunfos de Andy Murray y Justin Rose en el tenis y en el golf masculino, respectivamente. Gran Bretaña ha desplazado a Rusia y Alemania como la principal nación olímpica en Europa y parece que permanecerá en la cima de esa percha durante un tiempo.
Perdedor:
Ryan Lochte. Alguna vez más conocido como el contrapunto de Michael Phelps con una tendencia excéntrica, Lochte tuvo unos Juegos Olímpicos decepcionantes, al no ganar una medalla individual al despegar tarde en su duelo contra Phelps en los 200 metros combinados. Y luego las cosas realmente decayeron para él.
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Lochte se convirtió posiblemente en la mayor historia de los Juegos Olímpicos cuando su relato de haber sido víctima de un robo creció hasta volverse un incidente internacional y una vergüenza diplomática. Ahora, con su imagen empañada, potencialmente desperdició millones en dinero en patrocinios . Peor aún, sus feos chanchullos podrían perjudicar a Estados Unidos ahora que compite por albergar los Juegos Olímpicos de 2024 en Los Ángeles.
Ganador:
Neymar. Si había una medalla que todos los brasileños anhelaban desde antes de los Juegos, seguramente era el oro en el futbol masculino. Hace dos años, como anfitrión de la Copa Mundial de Futbol, la selección fue humillada ante sus aficionados con una derrota épica 7-1 por parte del eventual campeón Alemania. Aunque el futbol olímpico es solamente un torneo sub-23 glorificado (con tres excepciones de mayores de edad), Brasil estaba buscando la redención en su deporte nacional de cualquier forma posible.
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Y fue Neymar —la estrella brasileña que se perdió la debacle contra Alemania en 2014— quien cumplió frente a una multitud delirante en el histórico Maracaná en el partido por la medalla de oro contra el mismo némesis alemán (olvida el hecho de que ninguno de los jugadores alemanes participó en el juego de 2014). Neymar anotó el único gol de Brasil en tiempo regular con un espectacular tiro libre, y luego terminó con el tiro ganador en la tanda de penaltis. Es indiscutible que Neymar es ahora el brasileño más querido desde que Pelé estaba en su apogeo.
Ganador:
Usain Bolt y Michael Phelps. Es difícil hablar de uno sin el otro, ya que ambos tienen derechos legítimos a ser el mejor atleta olímpico de todos los tiempos en (muy probablemente) sus últimos juegos olímpicos. Ambos estuvieron a la altura del considerable bombo preolímpico y cumplieron bajo los candentes reflectores globales con clase y aplomo.
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Phelps nadó en sus quintos Juegos Olímpicos y terminó con 28 medallas en total, incluyendo 23 oros, extendiendo sus récords totales con cinco medallas de oro y una de plata en Río. Bolt retuvo su título como el hombre más rápido del mundo en sus terceros Juegos Olímpicos consecutivos, al ganar triples medallas de oro en los 100 y 200 metros planos y en el relevo 4x100, tal como lo hizo en Beijing 2008 y en Londres 2012. Si ambos realmente concluyeron sus respectivas carreras en Río podríamos nunca volver a verlos.
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Perdedor:
La gente de Río. Si bien los escenarios de pesadilla previstos antes de los Juegos no se produjeron, Río probablemente no dio la impresión de ser el futuro destino turístico para muchos espectadores como sucedió con otras ciudades anfitrionas de los olímpicos. Lo peor es que una vez que la ceremonia de clausura terminó la noche del domingo, los residentes de Río cargarán con la culpa.
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Debido a los excesos de costos, Río requirió que el gobierno brasileño proporcionara casi 1,000 millones de dólares (mdd) en fondos de rescate en las vísperas de los Juegos. La mayoría de los lugares construidos para los Juegos Olímpicos no tendrán ningún uso futuro, excepto como elefantes blancos. La tan publicitada nueva línea de metro en realidad no servirá a la mayoría de la ciudad, sino solamente a un vecindario de ricos. Algunos estiman que el costo de la organización de los Juegos puede superar los 20,000 mdd, una suma que una ciudad casi en quiebra en un país en una profunda recesión difícilmente puede permitirse.
Ganador:
Golf. En su primera aparición en los Juegos Olímpicos en más de un siglo, la reinclusión del deporte fue muy cuestionada apenas antes de los Juegos. Muchos jugadores utilizan excusas de seguridad y salud para excusarse, y había una gran preocupación de que el golf pudiera ser excluido de los Juegos de nuevo en Tokio 2020.
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Pero como se vio después, Jordan Spieth, Jason Day y Rory McIlroy se perdieron del golf olímpico y no al revés. El campo diseñado por Gil Hanse resultó ser una prueba justa y produjo dignos campeones. Los principales ganadores Justin Rose y Henrik Stenson pelearon hasta el hoyo final para decidir el evento masculino, mientras que la futura miembro del Salón de la Fama Inbee Park ganó con facilidad el oro femenino, manteniendo a raya a la número uno del mundo Lydia Ko. También fue de ayuda que seis medallas de golf fueran ganadas por seis diferentes países: Gran Bretaña, Suecia, Estados Unidos, Corea del Sur, Nueva Zelanda y China, que abarcan gran parte del globo.
Perdedor:
NBC. A pesar de que la cadena presumió sus números récord de audiencia de streaming en línea, la cruda realidad es que su cobertura televisiva —que representa aproximadamente el 98% de su audiencia— se hundió por completo. A pesar de la proximidad de la zona horaria con Río (solo una hora por delante de la zona horaria del Este de Estados Unidos), que hacía ideal las transmisiones a los espectadores estadounidenses, NBC se apegó a su aburrida y anticuada cobertura diferida y empaquetada en el prime time.
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El resultado fue la masiva deserción de televidentes, a medida que Peacock Network vio hundirse sus ratings, especialmente entre el grupo demográfico clave de 18 a 49 años. Toda la cobertura del horario estelar de la NBC en la costa oeste estuvo retrasada con grabaciones, incluyendo la apertura y la clausura, y es poco sorprendente que fuera en esa zona que la cadena registró la mayor deserción de espectadores.
Perdedor:
Movimiento Olímpico. No había ninguna duda de que el Comité Olímpico Internacional (COI) ya estaba siendo asediado antes de los Juegos de Río. Pocas ciudades querían organizar los siguientes Juegos Olímpicos. Beijing y Almaty (Kazajistán) terminaron por ofertar por los Juegos de Invierno de 2022 después de que Oslo se retiró, citando el elevado costo.
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Las cosas no mejoraron en Río. Había hileras de asientos vacíos en muchos lugares a medida que el interés en los Juegos parecía generalmente bajo. Un prominente ejecutivo del COI fue detenido por las autoridades brasileñas por acusaciones de revender boletos. Pero la peor mancha provino de la cobarde decisión del COI de no emitir una prohibición general contra Rusia después de que su régimen rampante de dopaje fue expuesto por la Agencia Mundial Antidopaje. Para salvar a su tambaleante organización, el jefe del COI, Thomas Bach, realmente debería considerar una reforma seria en lugar de solo hablar de dientes para afuera.
