OPINIÓN: Tras la cumbre del G20, EU podría volverse el paria del mundo
Nota del editor: David A. Andelman colabora frecuentemente con CNN Opinion y escribe artículos para el diario estadounidense Usa Today. Escribió el libro A Shattered Peace: Versailles 1919 and the Price We Pay Today. Fue corresponsal extranjero del New York Times y corresponsal de CBS News en París. Síguelo en Twitter como @DavidAndelm an . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
PARÍS (CNN) — Donald Trump, presidente de Estados Unidos, regresó a Washington tras la cumbre del G20 y se relajó el domingo 9 de julio en su campo de golf en Virginia tras arreglárselas para dejar a su paso una sucesión de minas que seguramente explotarán en las próximas semanas o meses. Es cada vez más probable que con cada explosión, Estados Unidos termine como el paria del escenario mundial.
Algunas de estas cuestiones eran de esperarse en vista de que Trump se dedicó a lanzar ataques virulentos en Twitter desde hace varias semanas (tal vez meses), con lo que terminó por envenenar la atmósfera para muchos líderes extranjeros y particularmente para sus asistentes, quienes se encargaron de trazar el proyecto y tendrán en sus manos el curso de estas cuestiones.
Hagamos un análisis más detallado:
Cambio climático
Estados Unidos está más aislado que nunca en lo que concierne al cambio climático, cosa que no sorprende porque Trump fue el único líder que retiró a su país del acuerdo COP21 de París, en el que participan 175 países . El comunicado final del G20 en Hamburgo fue el primer indicio formal de que nadie está listo para seguir los pasos de Trump.
Es más: el presidente de Francia, Emmanuel Macron, usó la cumbre para hacer un llamado a celebrar una cumbre mundial sobre el clima el 12 de diciembre, día en el que se cumplen dos años de su creación, con el objetivo de hacer avanzar el pacto a través del financiamiento de proyectos públicos y privados en todo el mundo.
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Comercio
Un alto funcionario del gobierno británico declaró para el diario The Sunday Times of London que como Trump le dijo a la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, que "Reino Unido prosperará fuera de la Unión Europea", la presión se intensifica para que May sea firme en el brexit y negocie rápidamente un pacto comercial favorable con Estados Unidos.
De igual forma, en los días previos a la cumbre del G20, la Unión Europea anunció que ya había negociado su propio tratado comercial con Japón tras haber creado un marco para un pacto similar con Canadá. De hecho, mientras Trump observaba silenciosamente, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dijo que este nuevo acuerdo con la Unión Europea es "un modelo para el siglo XXI".
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Irónicamente, Estados Unidos no ha logrado siquiera comenzar alguna negociación bilateral significativa para implementar un mecanismo de libre comercio similar con Reino Unido ni con Japón, aunque Trump ha defendido abiertamente los pactos bilaterales en repetidas ocasiones. Ahora se han sentado los parámetros para cualquier negociación futura de esa clase… lo que podría ser una mina más en el camino del proyecto de Trump.
¿Qué más? La canciller de Alemania, Angela Merkel, insinuó que un tratado de inversión entre la Unión Europea y China es una posibilidad cercana. De hecho, la víspera de la cumbre del G20, bajo la supervisión de Merkel y Xi, China firmó un acuerdo por 22,000 millones de dólares para la compra de 140 aviones del consorcio europeo Airbus. Estos nuevos empleos en el sector aeroespacial quedarán en manos de obreros europeos.
Rusia
Apenas 24 horas después de que Trump y Putin presumieran el cese al fuego en el suroeste de Siria, el quinto acuerdo de este tipo en los pasados seis años entró en vigor. Sin embargo, Rusia y Estados Unidos están determinando cómo vigilarlo y hacer que se cumpla. Es más, no hay indicios de que Rusia esté cerca de retirar su apoyo al régimen de Bachar al Asad ni de que Estados Unidos esté a punto de encontrar una vía para promover sus propios intereses.
También está el pacto de seguridad cibernética que Trump y Putin anunciaron: la creación de una unidad conjunta un tanto indefinida que servirá para evitar el uso de herramientas cibernéticas para interferir en elecciones. El senador republicano por Florida, Marco Rubio, se apresuró a denunciar que esto es como "aliarse con el presidente de Siria, Bachar al Asad, en una Unidad de Armas Químicas". ¿Cuánto tiempo tardará esto en estallar y que tan probable es que equivalga a simplemente darle al Kremlin manga ancha para hacer sus travesuras cibernéticas en gran parte del mundo?
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China y Corea del Norte
Comencemos con el comunicado de prensa de la Casa Blanca en la que llamaron a Xi Jinping presidente de la República de China, que es el nombre oficial de Taiwán. El comunicado se dio a conocer unos minutos después de que Trump presumiera elocuentemente su "relación maravillosa". Ambos líderes trataron de sonreír, pero no se puede ignorar que Xi fue a Moscú en camino hacia la cumbre del G20; ambos países llegaron a un acuerdo para prohibir las pruebas con misiles de Corea del Norte, así como los simulacros militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur.
El gobierno estadounidense ha indicado que este acuerdo es muy asimétrico y que es muy probable que Corea del Norte lo viole sin previo aviso, con lo que Corea del Sur y Japón quedarán muy vulnerables. Tampoco se traza una vía para tomar medidas más vitales con el fin de restringir los esfuerzos de Corea del Norte en el desarrollo de un arma nuclear funcional.
México
Entre las reuniones de Trump destacó su primer encuentro frente a frente con el presidente de México, Enrique Peña Nieto. Mientras el líder mexicano estaba sentado a su lado, Trump reiteró públicamente que México "definitivamente" pagará por el muro en su frontera norte. Peña Nieto no puso en entredicho esta presunción vergonzosa, lo que provocó que la opinión pública de México censurara la "cobardía" de su presidente frente a un presidente de Estados Unidos que aparentemente no toma en cuenta ni le interesan los sentimientos de los mexicanos. Está claro que el camino para el avance de las relaciones entre estos vecinos quedó pavimentado con malas intenciones.
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En efecto, Trump dejó la cumbre del G20 justamente como él quería, pero visto a través de un espejo distorsionado. Al dedicar el fin de semana a parlotear sobre acuerdos bilaterales, dejó el liderazgo del resto del mundo a personajes como Merkel, Xi, Macron e incluso Putin.
Su filosofía de "Estados Unidos es primero" dejó un vacío que terminará llenándose con otros y con sus propios intereses y motivos. En un mundo cada vez más globalizado, un presidente de Estados Unidos está contribuyendo deliberadamente a crear un abismo cada vez más difícil de sortear.
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