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OPINIÓN: Cómo ayuda el bienestar emocional a tu organización

De acuerdo con los principios de la ciencia del bienestar emocional, no te afecta lo que pasa, sino cómo lo percibes y desde qué estado emocional abordas lo que sucede, opina Ivette de Jacobis.
sáb 25 noviembre 2017 07:00 AM
bienestar emocional en el trabajo
Objetivo como empresarios Con una forma de desempeño consciente por parte de los colaboradores, empezando por la alta dirección, las organizaciones tienen una gran posibilidad de mantener un ritmo, productividad y rentabilidad constantes, aseguran analistas. (Foto: skynesher/Getty Images)

Nota del editor: Ivette de Jacobis es experta en resultados con Bienestar Personal. Síguela en su cuenta de Facebook ivettedejacobisv y Twitter @IvettedeJV . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

(Expansión) – Cuando comencé a escuchar el concepto de bienestar emocional me atrapó desde el primer momento, porque en mi trayectoria profesional, el enfoque siempre había sido el malestar emocional, es decir, aprender a vivir con estrés, ansiedad, prisa, frustración, preocupación y resignación.

Me refiero a la resignación, como esa historia o conversación constante de: no se puede estar feliz y lograr los objetivos de productividad y rentabilidad; para lograrlos hay que estresarse bastante, preocuparse, frustrarse muy a menudo, estrangular la vida personal, y sólo así, se alcanzarán los resultados. Este enfoque conlleva un constante estado interno de aprisionamiento y limitación que se alimenta, día con día, de la creencia de que hay que sacrificar la felicidad para tener éxito.

Lee: 6 formas de mejorar la calidad de vida de tus empleados

De acuerdo con los principios de la ciencia del bienestar emocional, no te afecta lo que pasa, sino cómo lo percibes y desde qué estado emocional abordas lo que sucede. Este conocimiento, por una parte, te lleva a tomar absoluta responsabilidad de que te sientes de acuerdo a como percibes, y por otra parte, también te empodera al sugerirte que eres tú quien está tomando, momento a momento, la decisión de cómo experimentas lo que sucede, en otras palabras, estás creando tu realidad.

No te niego que llegué a pensar que éste era uno más de los enfoques dudosos de los militantes de las teorías de la nueva era, pero al abrirme a la posibilidad de este empoderamiento, pude comprobar que mi interior es lo único que puedo controlar por completo, y lo que realmente define mi realidad.

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Lee: ¿Debo sacrificar mi vida por mi trabajo?

Decidí comprobar en carne propia lo que postula esta ciencia, así que comencé a aprenderlo y ponerlo en práctica, primero en mí, para luego fomentarlo, promoverlo y apoyarlo en el entorno organizacional con mis equipos de trabajo. La diferencia ha sido abismal.

En primer lugar, se han generado importantes incrementos en el compromiso, asertividad, toma de responsabilidad y buena comunicación entre los integrantes de los equipos de trabajo. Esto ha hecho posible permearlo al resto de la organización, con resultados muy claros en el logro de objetivos.

nullHoy contamos con colaboradores que no simplemente reaccionan, sino que saben que solo el 10% de nuestro bienestar emocional depende de circunstancias externas; que hay un 50% de rango base que todos tenemos para vivir con bienestar emocional; y un importantísimo 40% que depende de nosotros mismos, de nuestro interior, de nuestras actividades y nuestra forma de pensar. (The How of Happiness, Sonja Lyubormirsky, 39).

Es un hecho que, con esta forma de desempeño consciente por parte de los colaboradores, pero empezando siempre y sin excepción, por la alta dirección, las organizaciones tienen una gran posibilidad de mantener un ritmo, productividad y rentabilidad constantes, y de salir adelante de cualquier situación de reto o dificultad, lo cual es el objetivo común que compartimos como empresarios.

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Las personas con bienestar emocional son más creativas, aprenden más, tienen más energía, son 31% más productivas y venden 37% más que aquellas que no disfrutan de bienestar emocional.

Podemos aprender y desarrollar nuestro bienestar emocional, por lo que aquí nos centraremos en algunos de los factores en los que consiste ese 40% que depende de nosotros y que está bajo nuestro control.

Identificar y utilizar las fortalezas

Identificar tus fortalezas, normalmente es el camino más fácil, así como el más efectivo, que puedes utilizar para alcanzar una meta. Piensa en utilizar tus fortalezas hasta en las cosas más sencillas para hacer una gran diferencia.

Utilizar un lenguaje inteligente

Lo que está en tu vocabulario forma parte de lo que experimentas. Cambia las palabras limitantes de tu vocabulario, y así, romperás tus patrones de comportamiento y podrás generar otras realidades.

Experimentar estados de “Flow”

El estado “flow”, es un estado emocional positivo que se genera cuando estás realizando una actividad que tiene un nivel adecuado de desafío y habilidad, ya que pondrás toda tu atención y esfuerzo conscientes. Identifica cuál(es) es esa actividad que te genera este estado y practícala con regularidad.

Lograr metas a corto plazo

Establece metas específicas a corto plazo que te ayudarán a lograr tus objetivos a largo plazo, y al ir alcanzándolas, te provocarán emociones positivas de satisfacción, e irán construyendo en ti, una personalidad con gran seguridad y alta auto estima.

Lee: Beneficios laborales hacen la diferencia

El desarrollo del bienestar emocional en ti y en tus colaboradores, no solo ayudará a lograr los objetivos de tu empresa, sino que facilitará también nuestra transformación como sociedad mexicana, la cual pide a gritos, un cambio de rumbo hacia el crecimiento y la estabilidad. Vale la pena intentarlo, ¿no crees?

Hasta pronto.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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