OPINIÓN: Crea tu club de ahorro con amigos (y no es la ‘Flor de la abundancia’)
Nota del editor: Ilse Santa Rita es Gerente de contenidos de GBM. Trabajó en el periódico El Economista, en El Financiero-Bloomberg y en Grupo Expansión. Hoy encabeza el área de contenido de la app de ahorro piggo, de Grupo Bursátil Mexicano. Escríbele a su correo ilse@piggo.mx. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
(Expansión) – Tus amigos pueden ser los mejores cómplices cuando se trata de organizar un viaje, para escaparse a las fiestas más divertidas, para empezar la dieta (y también para romperla). ¿Y si también fueran los mejores cómplices para ahorrar contigo?
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Las personas cercanas a ti pueden influir en muchas de tus rutinas. Piénsalo: quizá te ha pasado que, cuando te juntas con amigos deportistas ellos te motivan a inscribirte al gimnasio y a comer más saludable, con el tiempo te rodeas cada vez más de personas que comparten esos mismos gustos y tú te sientes motivado para seguir ese estilo de vida.
Pues, así como tus amigos te ayudan a reforzar ciertos hábitos, ahorrar con ellos también puede ayudarte a mantener esta conducta en el largo plazo.
B.J. Fogg, investigador de la Universidad de Stanford y experto en “El diseño de comportamiento”, dice que nuestro entorno, incluido el social, es un factor muy importante cuando se trata de tomar decisiones o desarrollar hábitos.
OPINIÓN: ¿En qué debo fijarme si quiero invertir en dólares?
Si tú estás motivado a cumplir una meta y además tu entorno te ayuda, lo más probable es que puedas alcanzar las metas que te propongas.
Cómo hacerlo realidad
Los hábitos pueden ser contagiosos, de acuerdo con Ashlesha Datar, investigadora de la Universidad del Sur de California que realizó un estudio sobre la influencia del entorno social en los índices de obesidad. En un estudio publicado a principios de este año concluyó que, aunque la obesidad es multifactorial, una persona tiene mayor probabilidad de sufrir sobrepeso cuando se desarrolla en ciertos entornos sociales.
En las cuestiones de dinero el entorno también importa. Quizá crees que tus decisiones financieras son solamente tuyas, pero ¿cuánto fue la última vez que gastaste solo porque tus amigos insistieron?
nullNuestras relaciones personales son divertidas, son sociales, pero también son financieras. Depende de ti hacer algunos pequeños cambios en tu entorno para que tus amigos, así como son tus cómplices para otras cosas, también sean tus cómplices en el ahorro.
OPINIÓN: ¿Las noticias definen definen cómo y en qué debemos invertir?
En la actualidad la tecnología te permite hacerlo más fácil. Considera estos puntos para lograrlo.
1. Usa instrumentos formales. En las oficinas y familias son muy comunes los esquemas colectivos de ahorro informal como las tandas o la famosa “Flor de la abundancia”. Evita poner en riesgo tus ahorros y mejor recurre a los instrumentos de ahorro formales.
2. Usa la tecnología. La tecnología ha derribado muchas de las barreras que antes había para ahorrar. Ahora puedes hacerlo a través de tu celular y de forma automatizada, es decir, sin que tengas que hacer los depósitos manuales, así vas ahorrando desde que te llega tu sueldo y evitas la tentación de gastarte ese dinero.
3. Establece metas compartidas. Ahorrar para un viaje con tus mejores amigos, comprarte tu primer depa con tu novio/a o irte de vacaciones en familia será motivador tanto para ti como para ellos. Ahorrar así es mucho más atractivo que hacerlo sin tener claro para qué lo estamos haciendo.
4. Existen apps que te permiten ahorrar de manera colectiva con tu pareja, amigos, familia o con quien quieras. Puedes ver cuánto ahorro llevas tú y el resto de los miembros del grupo. Así no se hacen bolas.
OPINIÓN: Humano o robot, ¿quién da los mejores consejos de inversión?
Nada mejor que una palmada en la espalda de un amigo para saber que vas por buen camino. ¿Te gustaría empezar a ahorrar con novio/a, tu mejor amigo, tu hermana, tu abuelito o tu mamá? No esperes que ellos den el primer paso. Invítalos tú. Quizá ellos también están esperando un pequeño empujón.
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