OPINIÓN: Así es como Trump deshumaniza a los latinos

La hostilidad contra los migrantes no es nada nuevo en Estados Unidos; lo que sí es nuevo es que un presidente moderno dirija al coro, señalan Carmen Perez y Rachel O'Leary Carmona.
Niño en la frontera Según un reportaje del New York Times, desde octubre, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU ha separado a 700 niños de sus padres o tutores en su intento de entrar a ese país por la frontera con México. (Foto: HERIKA MARTINEZ/AFP)

Nota del editor: Carmen Perez es directora ejecutiva de The Gathering for Justice, cofundadora de la Justice League de la ciudad de Nueva York y miembro del consejo directivo de la Marcha de las Mujeres. Síguela en Twitter como

. Rachel O'Leary Carmona es directora de operaciones de la Marcha de las Mujeres. Síguela en Twitter como . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a las autoras.

(CNN) — El sábado 26 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó lo siguiente:

"Presionemos a los demócratas para que pongan fin a la horrible ley que separa a los niños de sus padres una vez que cruzan la frontera con Estados Unidos. ¡También deben terminar los programas "Catch and Release", "Lottery" [lotería de visas] y "Chain" [reunificación familiar] y DEBEMOS continuar con la construcción del MURO! LOS DEMÓCRATAS ESTÁN PROTEGIENDO A LOS BANDIDOS DE LA MS-13".

Lo irónico es que se refería a una práctica horrorosa que se está llevando a cabo en su presidencia y que refleja la profunda crisis moral del país. Según un reportaje que se publicó en el New York Times, desde octubre, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ha separado a

de sus padres o tutores en su intento de entrar a Estados Unidos por la frontera suroeste con México. Entre estos niños había , cuya madre se presentó ante las autoridades inmigratorias pidiendo asilo y contaba con el acta de nacimiento del niño.

Hace unos días, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, hizo noticia porque

cuando dijo: "se harán cargo de ellos… los pondrán en hogares sustitutos o lo que sea".

Unas semanas antes, el Departamento de Salud y Servicios Humanos

que había que había introducido al sistema de hogares sustitutos de Estados Unidos durante las presidencias de Obama y Trump.

Hace poco se reveló la existencia de

" y que obligaban a los niños inmigrantes a vivir y a trabajar en condiciones desastrosas en granjas avícolas en Ohio.

nullA través de nuestro trabajo con la Marcha de las Mujeres, ambas hemos visto el poder de las mujeres para provocar cambios radicales. Ahora depende de nosotras contrarrestar las prácticas crueles y profundamente racistas de las que son objeto los inmigrantes latinos en nuestras fronteras, así como la

, el , el y otras cosas peores de las que son los hombres, mujeres y niños latinos que viven en este país.

Nelson Mandela señaló que "no puede haber revelación más precisa del alma de un país que la forma en la que trata a sus niños". Entonces, el alma de nuestro país está muy enferma.

Sin embargo, Coretta King también nos dio un consejo sabio sobre nuestro poder como mujeres para afrontarlo: "Mujeres, si queremos salvar el alma de nuestro país, creo que nosotras tenemos que volvernos su alma".

La hostilidad contra los migrantes no es nada nuevo en este país; lo que sí es nuevo es que un presidente moderno dirija al coro.

La deshumanización de las comunidades latinas ha sido la tarjeta de presentación de Trump desde los primeros minutos de su campaña presidencial, cuando dijo que los inmigrantes mexicanos son criminales y "violadores".

Trump ha estado intensificando la deshumanización en semanas recientes al usar la palabra "animales" en discursos y tuits en los que se refiere a personas afiliadas a la MS-13; hace unos días, se estrenó

en la que se usa la palabra "animales" nada menos que 11 veces para referirse a ellos.

Recordemos que este es el mismo presidente que dijo que los supremacistas blancos de Charlottesville, Virginia, son "gente muy fina". Llega un momento en el que ya no puede considerarse situacional que el presidente de Estados Unidos use un lenguaje deshumanizador y lleno de odio y que esté dirigido únicamente a quienes

llamándolos " bad [malos] hombres".

Una persona sensata llegaría a la conclusión de que

y sus políticas reflejan un odio profundamente arraigado contra los latinos y otras comunidades marginadas.

Se recurre al miedo para justificar la discriminación racial y la violación de las garantías individuales de los estadounidenses. A finales de mayo, por ejemplo, un agente del ICE

a dos ciudadanas estadounidenses en Montana solo porque hablaban en español.

Desde hace mucho, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha tenido la facultad de hacer detenciones y cateos arbitrarios y aleatorios

, incluso fronteras marítimas. , basada en un reglamento que el Departamento de Justicia adoptó en 1953, deja la puerta abierta a abusos potenciales en la situación actual.

Piensen que la mayoría de la población de Estados Unidos vive dentro de esta "zona libre de Constitución", que incluye ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Filadelfia y los

y Florida.

nullLos agentes migratorios pueden entrar en una propiedad privada, instalar retenes permanentes en las carreteras y detener a personas si sospechan que se está cometiendo una violación a las leyes sobre inmigración. Lo importante es que usan la raza o la etnia como "sospecha razonable".

estaban comprando huevos y leche en una tienda, en donde el agente de la Patrulla Fronteriza las detuvo entre 35 y 45 minutos. Les dijo: "Esto tiene que ver con que están hablando español en una tienda, en un estado predominantemente angloparlante".

Este trato a los latinos (y a otras minorías) debe parar. Depende de nosotras las mujeres canalizar la energía y el activismo de nuestro movimiento hacia la organización electoral local, a contrarrestar la supresión del voto y a respaldar a las mujeres y a las personas de color que protegen activamente a nuestra comunidad. Como hay tanto en juego, no tenemos más opción que organizarnos y generar triunfos concretos en 2018.

Nos "volvemos el alma" cuando nos identificamos con las penurias que otras mujeres pasan para protegerse y proteger a los vulnerables. Marchamos justamente porque creemos que ninguna mujer será libre hasta que todas sean libres. No podemos quedarnos sin hacer nada mientras la gente arranca a los niños de sus padres para tal vez nunca volverlos a ver. No podemos quedarnos sin hacer nada mientras se trafica a niños extraídos del sistema de hogares sustitutos.

El racismo y el nacionalismo blanco que han surgido —y que definen, de hecho— a la presidencia de Trump existen en todas partes. Pero también nosotras existimos. Las mujeres debemos desafiarlos en donde quiera que existan, ya sea en el nivel más alto del poder o en la toma de decisiones y las políticas locales.

Sophie Cruz, de seis años, subió al escenario en la Marcha de las Mujeres en Washington en 2017. Sus padres estaban de pie detrás de ella, orgullosos, mientras daba un mensaje de esperanza para los días sombríos que se avecinaban.

"Estamos aquí juntos, haciendo una cadena de amor para proteger a nuestra familia. Luchemos con amor, con fe y con valentía para que nuestras familias no queden destruidas", dijo. Aferrémonos a esas sabias palabras de amor mientras nos resistimos a las fuerzas de la violencia y el odio.