OPINIÓN: Trump enviará tropas a la frontera a enfrentar a 200 niños y sus padres
Nota del editor: Patricia Fernández Kelly es profesora de Sociología en la Universidad de Princeton, Estados Unidos, y es directora del Centro para la Migración y el Desarrollo de dicha institución. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
(CNN) — De acuerdo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el país más poderoso y rico del mundo está bajo una amenaza tan grave y aterradora que exigirá el despliegue de fuerzas militares ( entre 2,000 y 4,000 , según declaró Trump el jueves 5 de abril) en su frontera sur. El peligro consiste de una caravana variopinta de gente empobrecida—muchos de ellos niños— de pequeños países centroamericanos. Sí, ha llegado la hora de proteger a Estados Unidos de estos jóvenes merodeadores y de sus padres.
OPINIÓN: No es lo mismo enviar tuits que enviar tropas a la frontera
Esa idea ridícula sería buen material para una sátira si no fuera porque el líder del mundo libre la propone como una política real.
Una vez más, debemos preguntarnos si Trump carece de vergüenza. ¿Acaso su oportunismo maligno no tiene fin?
No hay ninguna invasión de inmigrantes. No hay ninguna avalancha de intrusos que quieren meterse a Estados Unidos por la fuerza en busca de los beneficios del DACA (programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, por sus siglas en inglés). No hay más razón para erigir un muro ni para militarizar la frontera que el mundo ilusorio que el gobierno de Trump ha creado.
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Pero ilusión no significa sinrazón. La gama de motivos de Trump es la más aborrecible: conservar el apoyo de personas cuyo fanatismo y miedo son tan grandes como su ignorancia. Al explotar el nerviosismo de sus bases, Trump pretende afianzar su popularidad. Su objetivo es crear unidad en Estados Unidos a costa de la gente desesperada, desplazada por el terror y la falta de oportunidades en sitios como Honduras, Guatemala y El Salvador. En la política, nada funciona mejor para reunir el apoyo interno que crear miedo a una amenaza externa.
Este nuevo insulto a la razón ocurre en un momento en el que la migración no autorizada a Estados Unidos llega a niveles negativos: son más las personas sin papeles que salen del país que las que se meten. Las tasas de deportación (de delincuentes, pero también de madres y padres de familia respetuosos de la ley, afanadoras y albañiles) han alcanzado máximos históricos . Según los estimados científicos más precisos , la migración de indocumentados prácticamente se detuvo en 2010, mucho antes de que Trump llamara violadores a los mexicanos cuando era candidato a la presidencia.
nullUn análisis rápido de las pruebas habría revelado a Trump y a sus simpatizantes de Fox News (que transmitió un reportaje sobre la caravana de migrantes poco antes de que Trump empezara con su diatriba de Pascua en Twitter sobre las "caravanas") que el cambio en los índices de migración ilegal son reales por dos razones principales: las condiciones económicas en México han mejorado y han provocado una transición demográfica que incluye la reducción en las tasas de natalidad y la expansión de las oportunidades de empleo al sur de la frontera, y las políticas antiinmigración y la cantidad sin precedentes de deportaciones en la presidencia de Obama que redujeron las entradas no autorizadas a menos del cero estadístico.
Parece que uno puede pasar por alto los hechos si la razón detrás de la sinrazón es asegurar el poder. Dar la impresión de que el país está bajo amenaza, a punto del colapso; acostumbrar a la gente a que la intensificación de la fuerza sea la reacción natural a una preocupación justificada; hacer todo esto gradual pero incesantemente… esa ha sido la fórmula probada y comprobada de los populistas autoritarios y los dictadores en potencia.
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Sí, da miedo. Pero este bien podría ser tan solo el primer paso de la construcción de la "crisis" que Trump necesita para asegurar el segundo periodo presidencial. Si no es la falsa amenaza migrante, entonces tal vez sea intensificar el conflicto con Irán o Corea del Norte… o todas las anteriores. Las posibilidades son tentadoras cuando tu único objetivo es ganar.
Es probable que Donald J. Trump no tenga vergüenza ni brújula moral, pero sabe qué está haciendo.
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