OPINIÓN: ¿La realidad aumentada tiene oportunidad de negocio en AL?
Nota del editor: Dionisio Castillo es CEO de Intelisis, empresa mexicana enfocada en tecnologías de información a nivel nacional, cuyo portafolio de soluciones se basa en las ERP (Enterprise Resource Planning) complementadas con la tecnología en la Nube. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) - La llamada “ceguera de taller” es el efecto que nos impide ver oportunidades cuando estamos inmersos en temas de la vida cotidiana, laboral o personal; es esa sensación de que las cosas fluyen y evolucionan naturalmente. Esta situación se da en profesionales que viven inmersos en ver soluciones tecnológicas y cuyo motor de trabajo está en la transformación digital.
La realidad aumentada alcanza cada rincón de las empresas: su operación, capacitación y espacios, con el fin de darle un correcto uso que reditúe en una correcta planeación del rumbo de una compañía
Las tendencias en dicho sentido surgen y sería interminable hablar de ellas; sin embargo, hay un tema que representa una oportunidad para transformar diversas industrias, sobretodo en América Latina: la realidad aumentada, una combinación de elementos virtuales y físicos para la creación de un entorno real modificado gracias a la tecnología.
De acuerdo con el portal IDC, entre 2017 y 2019 el gasto mundial en realidad aumentada y realidad virtual alcanzaría una tasa de crecimiento anual del 71.6%. El gasto en productos con este tipo de tecnología habría alcanzado los 27 mil millones al finalizar 2018 (92% por año), lo cual es un parteaguas para saber hacia dónde vamos.
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En el caso específico de América Latina, el gran potencial de la realidad aumentada se da por el crecimiento del comercio electrónico. La misma institución señala que el e-commerce triplicó sus ventas en la región durante los últimos seis años, colocando a México como el país que más creció.
Partiendo de dicho ejemplo podemos vislumbrar el alto potencial que tiene la realidad aumentada, aunque dicha solución tecnológica debe acortar la brecha frente a las oportunidades que daría a diversos sectores y empresas. No vayamos lejos, ¿cuántos foros encuentra usted sobre el tema en México o Centroamérica? Le puedo apostar que no más de uno o dos al año, a pesar de la fuerte conciencia mundial de lo que significan estas tecnologías para los negocios.
La realidad aumentada vio un alto potencial en temas de marketing, acercando al consumidor experiencias diferenciadas que lo vinculan con las marcas y generan por ende alguna interacción positiva en un mundo de dividendos. Dicha tendencia continuará durante los siguientes años, pero dependerá que las empresas lo sepan aprovechar y eviten convertirlo en un commodity.
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Con el paso de los años, la realidad aumentada ha fungido como una oportunidad para que la academia o las empresas realicen capacitación. Se han desarrollado dispositivos y aplicaciones que, a través de mundos virtuales, acercan a los colaboradores con la compañía e incluso les facilitan sus funciones. Como ejemplo están las gafas de realidad virtual que almacenan datos, los organizan e incluso pueden analizarse en mapas 3D, facilitando seguimientos en tiempo real.
Expertos en inmersión tecnológica refieren incluso que la realidad aumentada es una herramienta eficaz porque se adapta a cualquier estilo de aprendizaje: kinestésico, presente en 30 o 40% de la población; auditivo, en 20-30%; y visual, con 40%.
El reto más grande de la región es que los CEOs veamos en estos dispositivos una oportunidad y no un distractor. Debemos identificar experiencias de marca, vinculación con el cliente y contribución a nuestro talento; una vez superado este miedo ganaremos en procesos que no imaginamos.
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Pero qué hay más allá del Sol, ¿cómo estas tendencias estratégicas, en materia de tecnología y realidad aumentada, serían capitalizables en el mercado local? Como pasa en la tecnología, creo que el límite de lo alcanzable es infinito y las industrias pueden aprovecharse y vincularse de mil maneras.
Por ejemplo, pensemos en los chatbots, comandos programados ante posibles preguntas y respuestas automatizadas, muy usados en la industria de servicios, manufactura o retailer. La realidad aumentada complementa el análisis de estos sistemas dando la oportunidad a los usuarios y/o clientes de entender cómo se verá lo que van a pedir, cómo lo van a recibir e incluso dónde lo atenderán. Al final, toda esta información a nivel empresarial permitirá recabar datos estratégicos del negocio en número e intereses de nuestros consumidores.
Por otra parte está la industria de la construcción o del diseño, ya que la realidad aumentada nos permite generar una interacción e inmersión inmediata con el ecosistema que tengamos interés. Recorridos virtuales, diseño de interiores o catálogos de muebles y accesorios son una importante área de oportunidad en la digitalización de una experiencia.
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Lo anterior, vinculado con otros sistemas operativos, nos permitiría considerar stocks, espacios, disponibilidad y costos que triplicará el vínculo con los interesados.
Como vemos, la realidad aumentada alcanza cada rincón de las empresas, su operación, capacitación y espacios a fin de darle un correcto uso que reditúe en una correcta planeación del rumbo de una compañía.
La reflexión al mercado latinoamericano está, como decíamos al principio, en vencer los miedos y que los tomadores de decisión al interior de la compañía hagamos un alto en el camino, evaluemos los cambios del sector y trabajemos en eliminar los puntos ciegos que genera el día a día.
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