OPINIÓN: La reconstrucción de México, más allá de 100 días
Nota del editor: José Luis de la Cruz Gallegos es Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) – La fuerza política del presidente y el escaso tiempo transcurrido hacen poco oportuno emitir un juicio sobre el éxito o fracaso de los primeros 100 días de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el corto plazo ha tenido aciertos, como controlar la agenda diaria y mostrar un liderazgo político ante la sociedad han sido algunos de ellos.
OPINIÓN: A la sombra de la 'cuarta transformación'
En el sentido contrario, también hay aspectos que han generado polémica: el cierre del aeropuerto, de los ductos de combustible, la permisividad ante los bloqueos en Michoacán y el conflicto con las calificadoras son algunos de ellos.
Una aprobación superior al 80% resume el resultado que todo lo anterior tiene para una sociedad que estaba cansada con la manera de gobernar de otras administraciones. Sin lugar a duda esto es un triunfo para López Obrador.
No obstante, ello no implica que la aprobación política bastará; en los meses por venir serán los resultados los que determinarán la calificación de la gestión y los retos son enormes.
El rezago que vive el país es estructural, la pobreza endémica en Chiapas, Guerrero o Oaxaca o los problemas de inseguridad son parte sistémica de un proceso histórico que truncó el desarrollo de México: fruto de los errores que han rodeado el desempeño de diversos gobiernos locales y federales.
OPINIÓN: 100 días de cuál transformación
No hay otra manera de entender un nivel de pobreza que afecta a la mitad de la población, una cifra similar a la informalidad, o del ascenso del crimen organizado que con diversas formas subsiste en múltiples municipios del país. Cien días son insuficientes para modificar esa realidad, aún con un 80% de aprobación.
En este sentido, el mensaje político del presidente Andrés Manuel López Obrador va en sentido correcto, se debe revertir esa realidad. No obstante, se debe ser claro: lograrlo constituye un reto histórico que va más allá de voluntades y posicionamientos políticos, dependerá de que la administración pública, por primera vez en 50 años, actúe con eficacia y honradez.
OPINIÓN: Las mujeres en la llamada cuarta transformación
Han pasado más de tres meses desde que los funcionarios designados por el titular del Poder Ejecutivo tomaron posesión de su cargo, y si bien aún es prematuro poder evaluar si estarán a la altura del reto planteado por López Obrador (hacer historia para que sea considerado un “buen presidente”) ya se pueden vislumbrar algunos de los aspectos que en poco tiempo estarán en la palestra para realizar un diagnóstico de aciertos y errores.
La desaceleración económica será la primera asignatura. La evolución del sistema productivo no responde a voluntades, su tendencia se encuentra vinculada a las condiciones que viven trabajadores, empresas y el propio gobierno.
#VocesADN: 100 días que parecen muchos más
Dado que este último se encuentra en austeridad y que el mercado laboral se ha precarizado desde hace 10 años, la fortaleza de la economía dependerá del sector privado. Sin una alianza con el sector productivo México enfrentará una desaceleración más pronunciada de lo que ya se puede observar. Ahí se tendrá un elemento para evaluar si la llamada cuarta transformación tendrá la capacidad de superar las deficiencias del modelo neoliberal.
Hasta hoy la fortaleza del presidente López Obrador, con una aprobación que supera el 80%, ha permitido que su gabinete no enfrente toda la carga de explicar sus estrategias y resultados. Las conferencias mañaneras han servido para direccionar todas las miradas hacia el primer mandatario. Su capacidad política le ha facultado para diluir las críticas y cuestionamientos.
#VocesADN: 100 -claroscuros- días de AMLO
Conforme se alejen los primeros 100 días el entorno cambiará, poco a poco la información sobre el desempeño de la economía, la inseguridad o el clima político reclamarán explicaciones que no podrán emanar del presidente, tendrán que salir de sus funcionarios. De otra manera el desgaste será muy fuerte para el primer mandatario. Él mismo deberá pedir cuentas, particularmente si las tendencias de la economía se mantienen.
Por tanto, si bien aún es prematuro poder hacer alguna evaluación de la gestión del primer gobierno de izquierda, el tiempo corre y en los siguientes tres meses ya se tendrá la capacidad de hacerlo. Terminará el tiempo de las expectativas y llegará el de los hechos concretos. A partir de ese momento el presidente deberá otorgar la facultad a su gabinete para que de viva voz comunique a la sociedad el por qué del éxito o retraso de las acciones emprendidas.
OPINIÓN: 100 días de AMLO: altas expectativas, pero complejo panorama
Seguramente veremos que ahí el presidente tomará decisiones para refrendar o modificar el camino. De momento la sombra de su fortaleza política cubre al gabinete en los primeros 100 días de su gestión.
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