(Expansión) – La semana pasada fue el marco propicio para dimensionar las presiones que México enfrenta por la dependencia que tiene con Estados Unidos.
El costo de encadenar la economía nacional a la evolución de la primera potencia del orbe ha sido elevado: no solo se debe considerar la postura ríspida del presidente Donald Trump sobre México, ahora también se debe agregar que la mayoría demócrata en el Congreso estadounidense ha decidido explotar ese tema para negociar con Trump.