Nosotros en México solo tenemos una ley de transición energética ligada a la producción de electricidad basada en una fuente para la generación del tipo llamada limpia, y planes de corto plazo a recursos convencionales de poco volumen incremental con alto costo como aguas someras y pozos terrestres convencionales como el campo Ixachi .
El T-MEC ayuda en el intercambio de maquilación de tecnología, y en ello lo único que México aporta/aspira es ofrecer una mano de obra barata, mientras depende de que los costos de operación sean bajos para hacer atractivo la instalación de una planta de ensamblado o maquiladora en su territorio.
Podrán decir que la agricultura, pesca y otros recursos naturales son de alto beneficio a México, pero la realidad es única: Todo ellos requieren de energía para crear y mantener a cada industria.
· La agricultura necesita electricidad para el bombeo del agua a los campos.
· La pesca requiere de combustibles para ir a altamar
· Generación de acero/aluminio necesitan fuentes de poder calorífico, como el gas natural, para la fundición o aleación.
Entonces ¿Quién gana en el tratado al no generar los suficientes productos y materias dentro de México, dando como resultado la alta importación?
México requiere dejar de pensar en proteger un mercado interno, el cual es vulnerable al global. Hay que parar y tener cuidado de no quedarnos aislados en espera de la salida de la nueva tecnología que resuelva una necesidad al país y que no se vuelva problema.
México sin tecnología propia será codependiente en el 2050 del mundo energético, costándonos a los mexicanos un alto valor en tener acceso a energía.