Después de 10 meses de tener un alto valor comercial, la mezcla mexicana respecto al precio del barril de West Texas Intermediate entre un rango de 2 a 3 dólares; el 2 de agosto perdimos la batalla, debido a que el mercado mundial ha castigado el precio en función de la calidad de la mezcla mexicana del petróleo colocándolo por debajo del WTI al mismo rango que teníamos (6 de agosto MME 50.69-WTI 53.63).
Ahora recibiremos menos dólares y en parte se debe a una baja en exportación hacia EU llegando al nivel que teníamos en 1990 de alrededor de 600,000 a 650,000 barriles diarios. La contracción es derivada de la política de este país para minimizar la importación de crudo. En el nuevo escenario México deberá negociar el precio spot de septiembre para colocar a mejor valor y mejorar la calidad del crudo entregado.
Actualmente México tiene un seguro de cobertura para que en el caso de que la mezcla mexicana este por debajo de 55 dólares el mecanismo compense la diferencia y no afecte a la ley de ingresos.
Pero el inconveniente no radica hoy día, será para el 2020 en la Ley de Ingresos cuando la Cámara de Diputados deberá decidir si el precio del barril se mantiene en 57 dólares para mantener ingresos constantes o si el mercado mundial mantiene a la mezcla por debajo de 55 dólares en promedio en el segundo trimestre del 2019 (primer semestre promedio de 58.69) dando lugar a valorizar en tomar riesgos financieros.
Hoy en el negocio del gas tenemos oportunidad de crecer y en el del petróleo de mejor la calidad al incrementar la producción de ambos.
Ante una guerra económica contínua, será relevante qué tengamos para intercambiar en la geopolítica económica energética.
Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados. Síguelo en Twitter como @economiaoil . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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