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El estatus de la geopolítica energética

México podrá gozar ventajas al conectar el ducto marino que propuso Texas, dice Ramses Pech.
mar 13 agosto 2019 10:02 AM
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Estados Unidos tiene un excedente de gas natural, mismo que ofrece una ventaja en los costos de producción en plantas como Eastman Chemical, localizada en Texas.

(Expansión) - El dinero no solo circula en y para México; el mercado mundial comprende diferentes regiones y necesidades para que un país goce desarrollo económico, financiero, social y energético de largo plazo.

Actualmente tenemos una controversia mercantil referente a los ductos que México contrató vía la empresa productiva del estado CFE y cuyo objetivo es poder acceder al gas natural cubriendo la demanda de materia prima para la generación de electricidad, y en un mediano plazo el desarrollo de nueva cuenta de la petroquímica en el país.

El 6 de agosto el gobernador de Texas envió una carta a México indicando la importancia del “negocio” del gas natural que tendríamos al poder conectar el ducto Marino; indicando que actualmente tienen problemas en poder colocar la materia prima por el crecimiento de la producción y la falta de almacenamiento ante el exceso que tienen hoy día.

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La ventaja de corto a mediano plazo que podemos leer entre líneas en la carta es:

a) EU requiere la interconexión para poder desahogar la producción excedente de gas natural y en espera de terminar un mayor número plantas de GNL para exportar en mediano plazo para vender al mejor mercado que requiera.

b) México tiene que aprovechar hoy día tener un precio de gas entre 2.5 a 4 dólares por MMbt en promedio (actualmente por debajo de 2.20), y tener una ventaja al poder realizar contratos de largo plazo para tener una seguridad energética, confiabilidad y sostenibilidad.

c) El ducto marino que actualmente concluyó en julio, tiene una capacidad de 2,600 mmpcd y equivale a la producción promedio que proviene de Pemex de 2,510 mmpcd para el mercado nacional. CFE podría tener más gas disponible en la península y centro occidente, convirtiendo en el comercializadora de gas como dice el rol de CFEenergia; mutando al negocio de no solo entregar a sus plantas, sino a privados que requieran la materia prima.

Lee: La otra historia de los gasoductos de la CFE

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La ventaja que podría tener México es liberar del estrés productivo en un corto plazo a Pemex para mantener la disponibilidad de gas natural; cuyo objetivo podría ser mandar más gas natural a pozos para disminuir el porcentaje de nitrógeno en la corriente actual y cubrir la posible demanda en la petroquímica de privados.

Al final se estaría volviendo rentable a la industria de la transformación al tener materia prima e invertir en cuencas gasíferas como la de Burgos y Tampico-Misantla para no depender de EU, debido a que seríamos la cola final de mandar gas al tener más centros de GNL de exportación que pagarían más que México.

El mundo ha iniciado una guerra comercial afectando el commodity principal de intercambio diario que es el petróleo crudo; cuya cotización recientemente hemos visto caer en los diferentes crudos disponibles actualmente.

México no está aislado ante esta nueva forma bélica y hoy hay una consecuencia real en forma directa que afecta a los ingresos del 2020 para la nación al colocar en los precriterios del próximo año en 57 dólares por barril, teniendo 2 dólares por arriba de los aprobados en 2019 de 55.

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Después de 10 meses de tener un alto valor comercial, la mezcla mexicana respecto al precio del barril de West Texas Intermediate entre un rango de 2 a 3 dólares; el 2 de agosto perdimos la batalla, debido a que el mercado mundial ha castigado el precio en función de la calidad de la mezcla mexicana del petróleo colocándolo por debajo del WTI al mismo rango que teníamos (6 de agosto MME 50.69-WTI 53.63).

Ahora recibiremos menos dólares y en parte se debe a una baja en exportación hacia EU llegando al nivel que teníamos en 1990 de alrededor de 600,000 a 650,000 barriles diarios. La contracción es derivada de la política de este país para minimizar la importación de crudo. En el nuevo escenario México deberá negociar el precio spot de septiembre para colocar a mejor valor y mejorar la calidad del crudo entregado.

Actualmente México tiene un seguro de cobertura para que en el caso de que la mezcla mexicana este por debajo de 55 dólares el mecanismo compense la diferencia y no afecte a la ley de ingresos.

Pero el inconveniente no radica hoy día, será para el 2020 en la Ley de Ingresos cuando la Cámara de Diputados deberá decidir si el precio del barril se mantiene en 57 dólares para mantener ingresos constantes o si el mercado mundial mantiene a la mezcla por debajo de 55 dólares en promedio en el segundo trimestre del 2019 (primer semestre promedio de 58.69) dando lugar a valorizar en tomar riesgos financieros.

Hoy en el negocio del gas tenemos oportunidad de crecer y en el del petróleo de mejor la calidad al incrementar la producción de ambos.

Ante una guerra económica contínua, será relevante qué tengamos para intercambiar en la geopolítica económica energética.

Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados. Síguelo en Twitter como @economiaoil . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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