El feedback persigue tres objetivos: Que un comportamiento que no se está dando, se dé; que un comportamiento que se está dando, se siga dando; y que un comportamiento que se está dando, ya no se dé o se modifique.
La clave para que el feedback sea efectivo es la confianza que existe en el entorno. Tomando como base la pirámide de las cinco disfunciones de Patrick Lencioni, la falta de confianza en un equipo provoca que la persona no esté dispuesta a asumir riesgos y responsabilidad (accountability) de sus acciones por el alto costo que puede tener el error, por lo tanto se mostrará menos abierta a recibir feedback.
Por el contrario, cuando la vulnerabilidad es permitida e incluso incentivada en el equipo, trae mayores niveles de confianza y de disposición a asumir la responsabilidad por los actos, ya que el error es visto en estos ambientes como un paso en el proceso del aprendizaje, lo que brindará mayor apertura ante el feedback y a ver realmente a este tipo de encuentros como un regalo, es decir, una valiosa herramienta para mejorar el desempeño.
Finalmente, quiero destacar que cuanto hemos hablado de feedback, no solo se refiere al feedback para la mejora (por cierto no se dice “feedback negativo”, ya que es un término incorrecto utilizado generalmente), sino que las mismas reglas aplican para el feedback positivo. Los estudios realizados por múltiples consultoras en el mundo revelan que el principal motivador de los trabajadores es el reconocimiento, mientras que la falta del mismo resulta ser la principal causa por la que las personas buscan otras opciones de trabajo o pierden el compromiso hacia sus empresas.
Quizá te preguntarás, ¿por qué voy a darles reconocimiento por hacer su trabajo? He aprendido que puedes pagar la presencia física de una persona, pero no puedes comprar su entusiasmo, esto solo lo logra el reconocimiento a su labor. Y el reconocimiento se construye por resultados y actitudes que, sin duda, se darán de un buen feedback que tú como líder puedas dar a tu colaborador. Recuerda que la intención no es solo lo que cuenta.
Nota del editor: Roberto Primo es coach de liderazgo y de vida. Tras su experiencia como líder en el ambiente corporativo, ha pasado los últimos 10 años entrenando a más de 30,000 líderes y ejecutivos en empresas en México y Latinoamérica.
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