¿Por qué es importante saber desconectarse de la tecnología?

La celebración principal es este viernes 27 y 28 de septiembre; sin embargo, los festejos iniciaron tres semanas atrás a través de retos que invitan a las personas a tener una relación más “saludable” con los dispositivos electrónicos.

Se denominaron: Desafíos #techlifebalance

Los retos fueron estos:

Primera semana: recupera tu tiempo

La invitación es que intentes no usar tu teléfono en al menos dos momentos de tu día: 30 minutos al despertar y 30 minutos antes de dormir.

¿Por qué es importante? Piensa en todo el tiempo que pasas revisando tu teléfono. Por supuesto, hay cosas importantes y productivas que haces en él. Pero, ¿y todas esas veces en que revisas el teléfono sólo porque sí?

¿Qué pasaría si recuperaras un poco de ese tiempo todos los días y lo reemplazas con algo que disfrutas? Habla cara a cara, lee un libro, camina.

Segunda semana: Recupera el gozo

Aleja tu teléfono por 30 minutos cada día y haz algo en que aproveches una fortaleza.

¿Qué te gustaría hacer si tuvieras más tiempo al día? Imagina de repente tener 30 minutos adicionales en tu día para hacer algo que amas.

Da un largo paseo con tu perro. Reúnete con un socio y no hablen de trabajo. Desarrolla aquella habilidad que deseas dominar.

Tercera semana: Desarrolla tus fortalezas en el mundo en línea

Este reto me pareció interesante porque permite reflexionar si nuestro comportamiento en línea es positivo.

Así que la invitación en la tercera semana es, antes de dar un clic o publicar algo, pensar ¿cómo puedo hacer esto usando mis fortalezas?

A continuación algunos ejemplos:

En redes sociales: en lugar de simplemente "Dar like" a la publicación de un amigo, ¡Dile a esa persona por qué te gusta!

Al enviar mensajes de texto pregúntate: "¿Será el mejor momento para sacar a esa persona de lo que está haciendo?". Se calcula que una persona tarda 23 minutos en volver a enfocarse después de una distracción.

Al enviar un correo electrónico: Antes de dar clic en “Enviar” piensa ¿cómo se sentirá el receptor con lo que le estoy comunicando?

Al ver televisión: cuando vas a ver una serie o una película, piensa, ¿qué fortalezas puedo desarrollar con este contenido? Humor, perspectiva… la lista puede ser interminable.

Finalmente, el 27 y 28 de septiembre da inicio el cuarto y último reto: #techshabbat.

Un ritual en el que una vez a la semana se evita el contacto con dispositivos.

En lo personal, desde hace más de un año lo llevo a cabo y confieso que al inicio fue difícil. Mi temor era estar incomunicada y que si se presentaba una emergencia, mis familiares no pudieran encontrarme. Ahora, veo que ese miedo es más una fantasía catastrófica que una realidad.

Desde que decidí descansar del celular un día a la semana, los resultados han sido enriquecedores: mi capacidad para resolver problemas en días posteriores es más efectiva, me río más, tengo conversaciones más positivas con las personas, aprecio detalles que en otro momento seguramente pasaría por alto, saboreo mis alimentos. Y algo curioso: hasta tengo oportunidad de valorar las virtudes de la tecnología al día siguiente que me conecto a lo cotidiano.

Ese día es una mini vacación para cargar pila.

Ayuda significativamente si las personas con las que vives se suman. En este caso, mi pareja y yo llegamos a ese acuerdo: no usar el teléfono para el consumo de redes sociales ni asuntos del trabajo.

Recomiendo que si deseas sumarte a este ritual hagas dos cosas: notifica a tus seres queridos esta nueva práctica para que no se preocupen si no te encuentran ese día.

Coloca en tu foto de perfil de la mensajería instantánea un letrero que diga “Día de descanso tecnológico”. En mi caso, la respuesta de mis contactos ha sido positiva: clientes, socios y proveedores me han llegado incluso a felicitar por la iniciativa.

Los organizadores de este movimiento señalan que los retos #TechLifeBalance son parte del sexto aniversario del Día Internacional de las Fortalezas, donde millones de personas se reunirán para discutir cómo generar una relación saludable entre el uso de la tecnología y el desarrollo de las fortalezas personales.

¿Te sumas?

Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en Facebook (adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

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