Hace poco, Margrit Schmid, Directora Ejecutiva de Paralife , una empresa de micro seguros basada en Suiza y con presencia mundial, me dijo: “Hay que proteger los activos mas preciados que tiene la gente: salud, familia, finanzas familiares, casa, negocio, etcétera, sin importar si las personas tienen ingresos bajos o están en la informalidad; la protección no discrimina y debe ser usada por todos los estratos de la población”.
Y Magrit tiene toda la razón, si todos estamos sujetos a las contingencias y riesgos, todos debemos tener acceso a una protección de forma accesible.
Lamentablemente hay una percepción generalizada en México de que tratar con las empresas de seguros cuando se tramita una reclamación es un calvario. Se considera también que buscan motivos para no pagar, que se tardan mucho tiempo en responder y aun más en pagar lo que corresponde.
Sin embargo, la cultura y el acceso a los seguros en los estratos socioeconómicos bajos es limitada, la mayoría de la gente no entiende cómo funcionan y por lo tanto no piensan en ellos como una protección, además de que sus presupuestos están apretados y al no considerar una prioridad cubrir sus riesgos, lo descartan. Creen que los seguros son caros, mientras no es así.