(Expansión) - Apenas iban unos días y ya estaba cansada de octubre. Estoy saturada de los listones, del rosa y de la forma en que cientos de empresas tratan de tomarnos el pelo hablando del cáncer de mama, cuando evidentemente es un tema que no conocen.
Quienes hemos tenido un familiar con cáncer, sabemos el impacto emocional que causa la noticia. Quienes desde el ámbito de la salud atendemos pacientes, conocemos los retos y oportunidades con los que cuenta el sistema. Asimismo, quienes participamos en asociaciones civiles, entendemos los problemas y el proceso que viven pacientes y familiares, y que no se arreglan vistiéndonos de rosa o comprando un suavizante con un pink ribbon.