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El parque de diversiones que vivió México en 2019 y el que visitará en 2020

Es evidente una notable bruma en nuestro próximo año; hay posibilidades de éxito, pero también de fracaso, dice Erendira Yaretni Mendoza Meza.
lun 23 diciembre 2019 04:00 PM
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Actualmente en México nos encontramos en una caída en picada, dice Erendira Yaretni Mendoza.

(Expansión) - Estamos próximos a iniciar una nueva década y la economía mexicana se ha mantenido en la luz de los reflectores, ya que se ha debatido si México se encuentra en una recesión técnica, pero ¿qué es una recesión? Es palabras sencillas es un decrecimiento de la actividad económica.

Explicar la economía es como una visita al parque de diversiones. Una montaña rusa sería el equivalente para exponer el comportamiento de los ciclos económicos: Cuando comenzamos a subir nos encontramos en expansión, una vez llegados al punto más álgido hemos conseguido el auge, sin embargo, cuando iniciamos la caída estamos en recesión; tocando el punto más bajo nos topamos con la depresión, y cuando comenzamos a subir nuevamente hallamos una recuperación que nos llevará al comienzo de un nuevo ciclo económico.

Actualmente en México nos encontramos en una caída en picada; es como un efecto dominó, ante el desplome de una ficha el resto continuará colapsando. En términos económicos, la disminución de consumo, atribuida principalmente a la preocupación sobre el futuro provoca un descenso en la inversión, es decir, las empresas reducen gastos, lo que provoca desempleo. Y si bien la inflación suele disminuir, esto implica una baja en los precios, pero también ocurre con los salarios.

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Todo ello suena como un ingreso a la casa del terror, sin embargo, no suele ser tan abrupto como una crisis, es decir, en este caso las empresas entran en quiebra; si la recesión es muy seria se conoce como depresión.

Nuestra siguiente parada sería como ir a la casa de los espejos y recordar la célebre frase de Napoleón Bonaparte “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”. Somos una generación producto de las diferentes crisis económicas que México ha tenido, las de 1982, 1986, 1994 y 2008. Algo debimos de haber aprendido, sin embargo, la presencia de estos problemas económicos parece presentarse de forma cíclica, efectivamente al igual que la montaña rusa.

¿Pero qué nos depara 2020? Por todo lo anterior es evidente una notable bruma en nuestro próximo año, como un tiro al blanco, hay posibilidades de éxito pero también de fracaso, el escenario nos muestra que 2019 se encontró rodeado de constantes cambios económicos, presentes al inicio de cada sexenio, cercados de incertidumbre y especulaciones, este inicio presidencial no fue la excepción, ante una esperanza de cambio hay aciertos pero también desaciertos.

Un tema bastante delicado es el costo del combustible, analizándolo desde una visión completamente objetiva, la gasolina pese a no encontrarse en el cálculo de la inflación, es el bien que determina en gran medida el precio de las mercancías, por lo que de no lograr una rebaja, continuaríamos en caída libre inminente aunque también existe una solución, tomar medidas indirectas, es decir, apostar a la investigación, si se decidiera estimular la innovación para que como país transformemos el crudo en gasolina, podríamos abaratar el costo de ésta. Es como apostar en el Póker y que nuestra mejor mano sea la academia .

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Por otro lado, los salarios y el empleo, nos hemos aplaudido una disminución en las tasas de desempleo, o mejor dicho hay más población con remuneraciones, no obstante son empleos precarios o bien son personas con ingresos por diversos programas asistencialistas que buscan disminuir a la población en situación de pobreza, como el de los Jóvenes construyendo el futuro, o el Programa para el bienestar para las personas adultas mayores, que si bien combaten en el corto plazo a la pobreza, no son un factor detonante de desarrollo en el mediano o largo plazo.

¿Qué hay que hacer? Incentivar la creación y atracción de empresas que ofrezcan empleos dignos, con la supervisión de las instancias correspondientes para condiciones laborales óptimas y salarios aceptables

Tenemos temas aún más delicados como el aeropuerto , todo país desarrollado cuenta con múltiples terminales en una sola ciudad, como New York. Son proyectos factibles, la viabilidad de estos radica en materia de ordenamiento territorial, donde se deben vigilar factores físico, naturales y ambientales que generen cambios positivos en la sociedad y por ende en la economía.

Es por ello que debemos apostar en programas y políticas que detonen el desarrollo en el largo plazo y no reinventar el país cada sexenio, todo ello depende no solo del Estado sino también de nosotros como sociedad, con acciones de cada ciudadano se lograrán cambios en el país.

No olvidemos que “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”, como bien nos lo recuerda Ramón de Campoamor y Campoosorio, por lo que las perspectivas para México este 2020 dependerán también de las acciones que cada uno de nosotros realice desde casa.

Nota del editor: Erendira Yaretni Mendoza Meza es licenciada en Economía, maestra en Gobierno y Desarrollo Regional por El Colegio del Estado de Hidalgo y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Es profesora de la máxima casa de estudios de la entidad. Síguela en su cuenta de Twitter como @yaretni
Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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