Como parte de este proceso bienal de revisión, acudió ante el IFT la representación de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI), incluyendo a las empresas AT&T, Axtel, Izzi, Megacable y Telefónica. Estas empresas, que sirven a cerca de 35% de los clientes, mientras que invierten el 60% del total en las telecomunicaciones fijas y móviles de México, coincidieron ante el regulador en que las medidas asimétricas hacia América Móvil, el preponderante, han sido insuficientes, pues la concentración no ha cedido de manera relevante.
Por su parte, quien no tiene la costumbre de competir en una cancha pareja, denuncia un supuesto exceso regulatorio, cuando lo que enfrenta es en realidad un esfuerzo incipiente por emparejar la cancha.
Aquí comento 5 ficciones –argumentos cuidadosamente articulados– que se repiten como una fórmula en defensa de privilegios, que afectan la oferta de servicios que usted, apreciado lector, contrata a los operadores de telecomunicaciones.
1. ¿El tamaño de los jugadores no importa? El preponderante tiene 65% de los accesos fijos y móviles y 70% de los ingresos del mercado. Una concentración tan elevada en una sola empresa le brinda ventajas que le permiten desplazar a sus competidores y, en ausencia de regulación efectiva, incluso eliminar opciones para los consumidores.
Los daños al consumidor mexicano generados por esta concentración han sido ampliamente demostrados. En palabras de la OCDE, “la falta de competencia en telecomunicaciones ha generado mercados ineficientes que imponen costos significativos a la economía mexicana y que inciden de manera negativa en el bienestar de su población”. La cita es del 2012, pero la concentración no se ha reducido de manera significativa, una clara muestra de que se requiere dar otra vuelta de tuerca a la regulación, y otra más, hasta balancear la estructura del mercado.